El Movimiento Otro Camino (MOCA) ha sido testigo de una creciente tensión interna, a raíz de una serie de cuestionamientos realizados por los directivos provinciales y comarcales hacia su líder, Ricardo Lombana. Estos dirigentes, que forman el núcleo del partido a nivel territorial, han expresado una serie de preocupaciones en torno a la dirección actual del partido, el manejo de recursos y la falta de comunicación con las bases, lo que consideran una desconexión entre la Junta Directiva Nacional y las demás estructuras del movimiento.
En una nota dirigida a Lombana y firmada por los principales representantes de las provincias y comarcas, con la excepción del dirigente de Colón, los firmantes hacen un llamado enérgico al presidente del partido para que aborde lo que denominan «puntos críticos» que afectan la operatividad y la cohesión interna del MOCA.
El descontento en las bases: ¿Desconexión o mala gestión?
El principal reclamo de los dirigentes apunta a la aparente desconexión entre la cúpula del partido y las directivas provinciales y comarcales. Según la carta, tras la derrota electoral del 5 de mayo de 2024, la Junta Directiva Nacional ha mostrado una falta de respuesta ante las necesidades reales del partido, lo que ha debilitado la estructura organizativa y generado una sensación de descontento entre sus miembros.
Este descontento ha alcanzado tal magnitud que los firmantes insisten en que no es necesario convocar elecciones internas antes del 2027, ya que consideran que el partido debe concentrarse en fortalecer su cohesión y no en abrir disputas electorales internas que puedan dividir aún más al movimiento.
El manejo del subsidio electoral: un tema tabú
Uno de los temas más sensibles que los dirigentes han traído a la mesa es el manejo del subsidio electoral. Este fondo, que debería ser utilizado para el fortalecimiento y desarrollo del partido, ha generado serias preocupaciones entre los miembros de las directivas provinciales. En la carta enviada a Lombana, los directivos critican la falta de transparencia y explicaciones claras sobre cómo se han utilizado estos recursos.
«Se nos ha dado a entender que ahora contamos con menos recursos que antes de recibir dicho subsidio», señalaron, una afirmación que ha elevado aún más las tensiones dentro del MOCA. Para muchos de los firmantes, la falta de claridad en el uso del subsidio refleja una desconexión no solo organizativa, sino también financiera.
Irrespeto y falta de consideración: un partido fragmentado
La comunicación, o más bien la falta de ella, es otro de los grandes reclamos hacia la dirección de Lombana. Los dirigentes provinciales y comarcales afirman que han sido tratados con «irrespeto y falta de consideración», sintiéndose meramente «peones en un tablero de ajedrez» ante las decisiones unilaterales tomadas desde la cúpula del partido.
Este distanciamiento ha generado una sensación de aislamiento en las bases del partido, que sienten que sus preocupaciones no son escuchadas ni tomadas en cuenta a la hora de tomar decisiones importantes.
Un llamado a la acción: involucrar a las bases en la toma de decisiones
Uno de los reclamos más fuertes de los dirigentes es la exigencia de formar parte del grupo que toma decisiones estratégicas dentro del MOCA. Señalan que actividades y estrategias se realizan sin consultar ni involucrar a las directivas provinciales y comarcales, lo que ha provocado una falta de cohesión y de sentido de pertenencia entre los miembros del partido.
Los dirigentes exigen que se valore el «talento humano interno», criticando el hecho de que se prefiera la contratación de «expertos externos» que solo aparecen en momentos favorables, relegando la experiencia y habilidades de los propios miembros del partido.
Este punto es clave para las bases del MOCA, quienes creen que la participación activa de sus miembros es esencial para fortalecer la estructura del partido y garantizar una mejor representación a nivel nacional.
La reconstrucción del partido desde las bases
El mensaje final de la carta dirigida a Lombana es claro: es necesario reconstruir el partido desde las bases. Los dirigentes provinciales y comarcales consideran que, para que el MOCA pueda tener éxito en las futuras contiendas electorales, es imprescindible que Lombana se involucre más activamente con las comunidades, barrios y corregimientos del país.
«La estrategia actual, que es asistir a medios y mantener presencia en las redes sociales, no es suficiente», afirman. Para los directivos, Lombana debe asumir el compromiso de asistir a la mayor cantidad de reuniones posibles en barrios y distritos, de lo contrario, advierten, será muy difícil penetrar en los sectores populares de las ciudades y los campos del interior, así como en las comarcas.
Este llamado es especialmente importante en un contexto en el que el MOCA aspira a convertirse en una verdadera fuerza política a nivel nacional, pero enfrenta serios desafíos para consolidar su presencia en todas las regiones del país.
Los logros del MOCA: avances y desafíos
A pesar de las críticas internas, el MOCA ha logrado importantes avances en el panorama político panameño. Fundado el 29 de junio de 2022, el partido cuenta con poco más de 37 mil adherentes y ha obtenido varios éxitos en las elecciones del pasado 5 de mayo. El partido ganó tres curules legislativas, una alcaldía y nueve representantes de corregimiento, demostrando su capacidad de ganar terreno en el escenario político del país.
Sin embargo, estos logros no han sido suficientes para acallar las preocupaciones internas. La derrota de Ricardo Lombana en las elecciones presidenciales, en las que obtuvo 559 mil 558 votos, colocándolo detrás del ganador, José Raúl Mulino, ha generado una reflexión profunda sobre el futuro del partido y las estrategias que deben implementarse para mejorar su desempeño electoral.
La ruta hacia el 2027: retos y oportunidades
Con las elecciones internas descartadas hasta el 2027, el MOCA enfrenta el reto de consolidar su estructura interna y mejorar la cohesión entre sus diferentes niveles. Las críticas hacia la falta de acción y rendición de cuentas por parte de Lombana son un recordatorio de que, para seguir creciendo como partido, es fundamental abordar las preocupaciones de las bases y garantizar una mayor participación en la toma de decisiones.
El éxito del MOCA dependerá en gran medida de su capacidad para adaptarse a las demandas de sus miembros y reforzar su presencia en las comunidades de todo el país. Solo con una estructura sólida y un liderazgo comprometido será posible que el partido continúe avanzando en su objetivo de ser una verdadera alternativa política en Panamá.