Un reciente fallo de la Corte Federal de Apelaciones de Estados Unidos ha reafirmado la limitada capacidad del sistema judicial para intervenir en decisiones políticas relacionadas con casos de extradición, un punto que el expresidente panameño Ricardo Martinelli ha destacado en su defensa.
El documento judicial establece claramente que «el rol judicial es limitado cuando se trata de asuntos de extradición», señalando que estas competencias recaen principalmente en el poder Ejecutivo, al ser el organismo «bien posicionado para evaluar los delicados asuntos de política exterior inherentes a este ámbito».
Martinelli, quien enfrenta procesos legales en Panamá, ha utilizado este fallo para reforzar su argumento sobre el principio de especialidad que, según él, lo ampara. «El fallo dice taxativamente que el sistema judicial no puede tomar una decisión política. Eso le corresponde en Estados Unidos al órgano Ejecutivo y no al Judicial», declaró el expresidente.
El exmandatario también cuestionó informaciones que sugerían que ya no contaba con la protección del principio de especialidad, atribuyéndolas a motivaciones políticas: «Cuando hay rabia y odio no se es objetivo, lo que deriva en noticias malintencionadas», expresó.
El fallo judicial, además de delimitar las competencias entre poderes, subraya que el Ejecutivo «es políticamente responsable de una manera que los tribunales no lo son», evidenciando la complejidad diplomática y política que rodea estos casos internacionales.