En un esfuerzo por resolver el conflicto laboral que afecta a la provincia de Bocas del Toro, la ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, y el ministro de Comercio e Industrias, Julio Moltó, se reunieron en Changuinola con dirigentes sindicales de las bananeras. El objetivo principal de este encuentro es retomar el diálogo interrumpido por los cierres y manifestaciones organizadas por el sindicato en rechazo a la Ley 462, que reforma la Caja de Seguro Social (CSS).
Durante varias semanas, la tensión ha ido en aumento debido a la exigencia del sindicato de derogar la mencionada ley. Sin embargo, la ministra Muñoz fue enfática al declarar que la derogación no es una opción, postura que ha sido reiterada en múltiples ocasiones por el presidente de la República, José Raúl Mulino.
La ministra Muñoz recordó que la comisión del Ejecutivo ha estado presente en la provincia durante varios días, incluyendo lunes, martes y miércoles de la semana anterior, interrumpiendo las conversaciones para permitir que los sindicalistas consultaran con sus bases. Previamente, el director de la CSS también visitó Changuinola para explicar a los trabajadores del sector bananero que la Ley 462 no les afectaría directamente.
Muñoz subrayó que el diálogo ha sido continuo y que la comisión gubernamental está comprometida a comprender la situación actual, el estado de los trabajos, la condición de la compañía y las repercusiones en la sociedad. «Nosotros queremos llegar a un entendimiento; nosotros, como Órgano Ejecutivo, estamos aquí dando una muestra de aprecio y humildad y de entender que ellos tienen una lucha genuina, pero hay que preservar los empleos, hay que preservar la inversión y hay que preservar la paz de la provincia», afirmó la ministra.
Además de abordar la problemática inmediata, la ministra Muñoz también mencionó la necesidad de mejorar la Ley 45, que regula el sector bananero. Esta revisión podría ser clave para establecer condiciones laborales más justas y garantizar la sostenibilidad a largo plazo de la industria en la región.
Por su parte, el ministro Moltó aclaró que la presencia del gobierno en Changuinola no se debe a los intereses de la empresa Chiquita Panamá, sino a la preocupación por los 7,000 empleos que dependen de la actividad bananera. Su mensaje fue claro al recalcar que la gobernabilidad del país no está en juego en estas negociaciones.
El diálogo entre el gobierno y los sindicatos es crucial para encontrar una solución que satisfaga las demandas de los trabajadores, al tiempo que protege la inversión y la estabilidad económica de la provincia. La voluntad de ambas partes de mantener abiertas las líneas de comunicación es un paso positivo hacia la resolución del conflicto y la construcción de un futuro próspero para Bocas del Toro.