El gobierno estadounidense dio un giro significativo en su política hacia Siria al retirar la oferta de recompensa por Ahmed al Sharaa, el nuevo líder del país, tras una reunión diplomática sin precedentes en Damasco. Barbara Leaf, alta funcionaria del Departamento de Estado para Medio Oriente, calificó el encuentro como productivo y anunció el cambio en la postura estadounidense.
Este movimiento diplomático marca un cambio radical en las relaciones entre ambos países después de más de una década de distanciamiento. Al Sharaa, anteriormente conocido como Abu Mohamed al Jolani y líder del grupo HTS, llegó al poder tras derrocar al régimen de Bashar al Asad en noviembre.
La decisión de Washington refleja un cauteloso optimismo hacia el nuevo gobierno sirio, que busca distanciarse de su pasado radical y establecer relaciones constructivas con la comunidad internacional. El encuentro también abordó temas cruciales como la lucha contra el terrorismo y la búsqueda de ciudadanos estadounidenses desaparecidos en territorio sirio.