La Caja del Seguro Social (CSS) ha sido, por décadas, una institución vital para Panamá, proporcionando servicios de salud y pensiones a millones de ciudadanos. Sin embargo, su funcionamiento actual enfrenta una crisis que, de no ser atendida con urgencia, podría tener consecuencias devastadoras para las futuras generaciones. La reforma en discusión busca precisamente enfrentar esta realidad, proponiendo cambios que, aunque difíciles, son esenciales para garantizar un sistema sostenible y eficiente.
La magnitud del desafío
En el contexto actual, el programa de pensiones enfrenta un déficit proyectado que amenaza su viabilidad en el corto plazo. Según informes de la CSS, los recursos del sistema solidario podrían agotarse en menos de un Quinquenio si no se toman medidas inmediatas. Además, el programa de salud sufre de una gestión ineficiente, falta de medicamentos, largas esperas para citas y cirugías, y un sistema administrativo obsoleto.
Por otro lado, la informalidad laboral y la evasión de cuotas han reducido significativamente los ingresos de la institución, complicando aún más la capacidad de la CSS para cumplir con sus compromisos financieros y sociales.
Lo que propone la reforma
La reforma incluye una serie de medidas destinadas a abordar estos problemas estructurales:
- Pensión básica universal
Una de las propuestas más destacadas es la introducción de una pensión básica universal de B/.144 mensuales para las personas que no cumplan con los requisitos de cotización. Este cambio tiene como objetivo ofrecer un mínimo de seguridad económica a aquellos ciudadanos que, por diversos motivos, han quedado fuera del sistema formal de pensiones. - Integración del sistema solidario y mixto
Se busca unificar las reservas del sistema solidario y del sistema mixto en un fondo común, bajo un esquema de capitalización con garantía solidaria. Esto permitirá gestionar los recursos de manera más eficiente y equitativa, asegurando beneficios tanto para los actuales como para los futuros pensionados. - Incremento de la contribución estatal
El Estado ha propuesto una contribución histórica de B/.1,187 millones anuales para apoyar financieramente a la CSS. Esta inyección de recursos busca estabilizar el sistema sin imponer una carga adicional excesiva a los trabajadores y empleadores. - Mejoras en el servicio de salud
Entre las prioridades están la reducción de los tiempos de espera para citas y cirugías, así como el abastecimiento continuo de medicamentos esenciales. Estos cambios buscan recuperar la confianza de los asegurados en el sistema. - Transparencia y modernización administrativa
La reforma también incluye la implementación de tecnología moderna y mejores prácticas administrativas para reducir el despilfarro, aumentar la eficiencia y garantizar un uso transparente de los recursos.
El debate: costo social vs. sostenibilidad
Cualquier reforma a la CSS inevitablemente genera tensiones, ya que los ajustes afectan a diversos sectores de la sociedad. La propuesta incluye un aumento moderado del 3% en las contribuciones patronales, manteniendo las cuotas actuales para los trabajadores esto es positivo. Aunque este cambio busca evitar un impacto directo en los empleados, ha generado preocupación entre los empresarios.
Por otro lado, sectores laborales temen que la reforma eventualmente pueda incluir medidas paramétricas, como el aumento en la edad de jubilación a 3 años. Estas medidas, aunque impopulares, podrían ser necesarias para garantizar la sostenibilidad del sistema. Además, el ser humano hoy vive más
Un sistema para todos: inclusión y equidad
Un aspecto clave de la reforma es la inclusión de los trabajadores informales, que yo llamaría autónomos en el sistema. En un país donde más del 60% de la población económicamente activa trabaja en la «informalidad», su incorporación sería un paso fundamental hacia un sistema más equitativo y sostenible. Esto se lograría con una tasa flat básica a este sector de autónomos y un mecanismo ágil de pago de la cuota flat. Además, se han propuesto medidas para combatir la evasión de cuotas, asegurando que todos los sectores contribuyan de manera justa.
Proyección a largo plazo
El éxito de esta reforma no se limitará a resolver los problemas inmediatos de la CSS, sino que sentará las bases para un sistema que pueda adaptarse a los desafíos del futuro. La actualización anual de las pensiones según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) garantizará que los beneficios se mantengan alineados con la inflación, protegiendo el poder adquisitivo de los pensionados.
Además, la diversificación de las inversiones del fondo permitirá obtener mayores rendimientos, asegurando un flujo constante de recursos para las generaciones futuras.
Mi opinión: un cambio necesario y positivo
Como panameño comprometido con el bienestar de nuestro país, veo esta reforma como una oportunidad única para transformar la CSS en una institución moderna, eficiente y sostenible. Es cierto que el proceso será doloroso y que habrá sacrificios, pero estos son necesarios para evitar un colapso que afectaría a millones de panameños.
La introducción de la pensión básica universal, la integración de los sistemas solidario y mixto, y el compromiso del Estado con una contribución significativa son pasos en la dirección correcta. Además, las medidas para mejorar la atención médica y modernizar la administración no solo resolverán problemas actuales, sino que también restaurarán la confianza de los asegurados en la CSS.
A largo plazo, creo firmemente que esta reforma permitirá a Panamá contar con un sistema de seguridad social robusto y equitativo, capaz de garantizar el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Aunque el camino no será fácil, estoy convencido de que el resultado será mucho mejor que lo que tenemos hoy.
Conclusión: mirar hacia el futuro con esperanza
Enfrentar la realidad de la CSS requiere valentía y un compromiso colectivo. Todos debemos entender que este no es solo un problema de números, sino una cuestión de justicia social y responsabilidad intergeneracional. Con esta reforma, Panamá tiene la oportunidad de demostrar que, cuando trabajamos juntos, podemos superar cualquier desafío y construir un futuro más prometedor para todos.
Esta transformación será difícil, pero estoy convencido de que, al final del proceso, tendremos un sistema que realmente cumpla con las necesidades de nuestra sociedad. Es un cambio necesario y positivo que debemos apoyar por el bien de nuestro país.
Por: Aldo López Tirone
Consulto Político, Columnista y Empresario