La crisis democrática en Venezuela, el flujo de migrantes a través de la selva de Darién y la amenaza constante del narcotráfico y el crimen organizado fueron los temas abordados en reunión este martes por el presidente de la República de Panamá, José Raúl Mulino, y la jefa del Comando Sur, general Laura Richardson.
El encuentro tuvo lugar en el Salón Paz del Palacio de las Garzas.
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El presidente Mulino aprovechó la presencia de la general Richardson y de la embajadora de Estados Unidos en Panamá, Mari Carmen Aponte, para pedirle apoyo al gobierno norteamericano en torno a su iniciativa de invitar a 17 mandatarios del hemisferio a una reunión en Panamá este mes, con el fin de hacer una declaración conjunta sobre Venezuela.
“Estados Unidos no tiene mejor aliado que Panamá”, expresó Mulino, quien solicitó asistencia a Estados Unidos en materia de seguridad, tecnología y cooperación.
Acompañaron al presidente Mulino su canciller, Javier Martínez Acha; el Ministro de Seguridad, Frank Ábrego; y los directores de los estamentos de seguridad: Jaime Fernández (Policía Nacional), comisionado Jorge Gobea (Senafront), comisionado Luis Antonio De Gracia (Senan) y el director del Servicio Nacional de Migración, Roger Mojica.
Junto con la embajadora Aponte y la general Richardson estuvieron Ann Lynch y Julian Cheater (asesores de la jefa del Comando Sur).