La historia de Loma La Pava en Panamá es un reflejo de las complejas dinámicas urbanas y sociales que han moldeado la ciudad a lo largo de las décadas. Ubicada en el corazón de la capital panameña, esta área ha sido testigo de transformaciones significativas, pasando de ser un asentamiento informal a convertirse en una zona de alto desarrollo inmobiliario.
En la década de 1950, Loma La Pava estaba densamente poblada por precaristas que habitaban «casas brujas», estructuras de madera y zinc construidas sin planificación urbana adecuada. Los residentes, en su mayoría familias de escasos recursos, se establecieron allí en busca de oportunidades laborales y una mejor calidad de vida. A pesar de las condiciones precarias, la comunidad logró construir una identidad propia, incluso erigiendo una iglesia dedicada a San Martín de Porres, donde se celebraban procesiones anuales en honor al santo peruano.
Sin embargo, la ubicación estratégica de Loma La Pava en el centro de la ciudad la convirtió en un objetivo para proyectos de desarrollo urbano. Durante el gobierno de Omar Torrijos, en 1970, se emitió el Decreto de Gabinete 326, que autorizaba al Órgano Ejecutivo a adquirir, sin el requisito de licitación pública, la finca 3562, que comprendía el área de Loma La Pava, por la suma de B/.100,000.00. Esta adquisición tenía como objetivo reubicar a los residentes y liberar el terreno para futuros desarrollos.
Tras la reubicación de sus habitantes, Loma La Pava permaneció por años sin desarrollo significativo. No fue sino hasta el gobierno de Ernesto Pérez Balladares que se llevó a cabo una licitación para vender esta valiosa propiedad. Con el tiempo, la zona se transformó en un área de alto desarrollo inmobiliario, con torres de apartamentos de lujo que reemplazaron las antiguas viviendas de madera, además se construyó un complejo de oficinas que se alquilaron al mismo Estado otrora dueño de la tierra.
Aunque no se han documentado casos específicos de corrupción relacionados con la compra y desarrollo de Loma La Pava, hoy la denuncia Pública del Diputado Adames en el Pleno de La Asamblea sobre la posible corrupción en la compra y venta de la tierra en 500,000.00 dólares cuando el valor catastral de la misma era de 25 Millones de dólares encienden las alertas y peor aun cuando asegura el Diputado se pagaron los 500,000.00 dólares con bonos del Estado.
La historia de esta área ilustra cómo las decisiones gubernamentales y los intereses económicos pueden influir en la transformación urbana, a menudo en detrimento de las comunidades más vulnerables. La falta de transparencia en los procesos de adquisición y desarrollo de tierras urbanas puede dar lugar a sospechas y cuestionamientos sobre la equidad y justicia de tales decisiones.
En resumen, Loma La Pava ejemplifica los desafíos inherentes al desarrollo urbano en Panamá, donde las necesidades de crecimiento económico y modernización a veces entran en conflicto con los derechos y el bienestar de las comunidades establecidas. La historia de esta colina nos recuerda la importancia de implementar políticas urbanas inclusivas y transparentes que consideren tanto el progreso como la justicia social. Estaremos develando la verdad de este proyecto, quienes se han beneficiado a través de los años, cuánto paga el Estado en alquileres y como una familia de Origen Hebreo pasó de ser Rica a ser Multimillonaria y hoy desarrollan un proyecto turístico en el Caribe, será que las tierras se adquirieron de igual forma.
2 comments
Pingback: Panamá gasta millones en alquileres de Plaza Edison mientras su dueño, Edmundo Esses, acumula fortuna | IMPACTO PANAMÁ
Pingback: Plaza Edison: ¿Cómo el Estado pasó de propietario a inquilino en terrenos que le pertenecían? - La Voz Noticias