Kevin Marino Cabrera, el nuevo embajador designado de Estados Unidos en Panamá, aterrizó en suelo panameño este lunes 28 de abril para dar inicio formal a su misión diplomática. A su llegada al Aeropuerto Internacional de Tocumen, Cabrera fue recibido por Francisco Torres, director de protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá, marcando el comienzo de una nueva etapa en las relaciones bilaterales entre ambos países.
En los próximos días, se espera que el embajador Cabrera se presente en la Cancillería de la República para entregar las copias de sus cartas credenciales al canciller Javier Martínez-Acha. Posteriormente, participará en la ceremonia oficial de presentación de estas credenciales al presidente de la República, José Raúl Mulino, cumpliendo con el protocolo diplomático establecido.
Tras su llegada, el embajador Cabrera expresó su entusiasmo y compromiso con la nueva responsabilidad. «Estoy contento de llegar a Panamá para desempeñar mis funciones. Me siento honrado por la confianza que ha depositado en mí el presidente Trump y el Senado de Estados Unidos para representar a mi país en Panamá», declaró. Subrayó además la importancia de la relación entre Estados Unidos y Panamá, destacando que «está basada en valores e intereses compartidos y abarca un amplio abanico de temas. Nuestra relación es vital para garantizar la estabilidad y prosperidad en todo el continente».
La ratificación de Kevin Marino Cabrera como embajador en Panamá por el Senado estadounidense tuvo lugar el 9 de abril de 2025. Su trayectoria profesional incluye un destacado papel como comisionado del condado de Miami-Dade, en Florida, cargo que ocupó desde 2022. Su experiencia en el sector público se extiende a áreas clave como el comercio internacional, el servicio público y la diplomacia.
La designación de Cabrera se alinea con la misión del Departamento de Estado de Estados Unidos de promover la paz, la democracia y la prosperidad en el continente americano, fortaleciendo la colaboración entre ambos países en diversos ámbitos. Su experiencia previa lo posiciona como un actor clave para impulsar aún más las relaciones bilaterales y abordar los desafíos comunes que enfrentan Estados Unidos y Panamá, como la seguridad regional, el desarrollo económico y la cooperación en materia de justicia y derechos humanos.