Habitantes de la cuenca del Río Indio, en El Coquillo, provincia de Coclé, alzaron su voz este miércoles contra la presencia de la empresa consultora británica Environmental Resources Management (ERM), contratada por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) para realizar un censo a comunidades que podrían ser desplazadas por la construcción de un embalse en la región.
Resistencia comunitaria y defensa territorial
La iniciativa de la ACP busca garantizar el suministro hídrico del Canal en el contexto del cambio climático, pero enfrenta fuerte oposición de las comunidades campesinas, quienes ven en este proyecto una amenaza directa a sus tierras ancestrales. Los líderes locales aseguran que el embalse del Río Indio causará un daño socioambiental irreversible, al desplazar a miles de familias y alterar profundamente el ecosistema de la región.
Alternativas propuestas por las comunidades
Organizaciones campesinas han planteado una solución alterna: aprovechar el lago Bayano, que ya cuenta con infraestructura de represamiento, para abastecer al Canal durante las temporadas de sequía. Según estudios, esta opción podría cubrir las necesidades hídricas del Canal hasta más allá del año 2075 sin implicar desalojos masivos.
Esta propuesta ha ganado respaldo entre sectores ambientalistas y académicos, que señalan su viabilidad económica y su menor impacto social y ambiental en comparación con el embalse del Río Indio.
Desafíos para la ACP
La ACP se enfrenta al reto de balancear las necesidades del Canal con la protección de las comunidades y el medio ambiente. La resistencia local, sumada a la viabilidad de alternativas como el lago Bayano, pone presión sobre las autoridades para reconsiderar sus planes y dialogar con los afectados.
La polémica destaca el complejo equilibrio entre desarrollo económico y respeto a los derechos humanos y ambientales en proyectos de gran escala.