Donald Trump ha elevado la tensión con Irán tras asegurar que conoce la ubicación exacta del líder supremo iraní, Alí Khamenei, describiéndolo como un objetivo fácil pero descartando, por el momento, su eliminación. A través de su red social Truth Social, el expresidente, ahora nuevamente en el poder, lanzó una advertencia directa al régimen de Teherán en medio del creciente conflicto con Israel.
“Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘Líder Supremo’. Es un objetivo fácil, pero está a salvo allí. No vamos a eliminarlo, al menos por ahora”, escribió Trump, mostrando una postura desafiante pero cautelosa. Acto seguido, advirtió que la paciencia de Estados Unidos se está agotando ante los continuos ataques con misiles dirigidos a civiles y tropas estadounidenses en la región. “No queremos misiles disparados contra civiles ni contra soldados estadounidenses. Gracias por su atención a este asunto”, añadió, marcando una clara línea roja para el régimen iraní.
Además de la advertencia sobre Khamenei, Trump afirmó que Estados Unidos mantiene un control total del espacio aéreo sobre Irán, resaltando la superioridad militar estadounidense. “Ahora tenemos control completo y total de los cielos sobre Irán. Irán tenía buenos rastreadores aéreos y otros equipos defensivos, y en abundancia, pero no se comparan con lo que está hecho, concebido y fabricado en Estados Unidos. Nadie lo hace mejor que el buen y viejo EEUU”, subrayó, destacando la inversión y capacidad tecnológica de las fuerzas armadas norteamericanas.
El mensaje de Trump concluyó con una exigencia de “¡Rendición incondicional!” a Teherán, reflejando la política de máxima presión que busca imponer a Irán en un contexto de creciente inestabilidad en Oriente Medio. Estas declaraciones se produjeron tras su regreso anticipado de la cumbre del G7 en Canadá, donde Trump declaró que no busca una tregua momentánea, sino una solución definitiva al enfrentamiento entre Israel e Irán, que ya ha entrado en su quinto día. “No estoy buscando un alto el fuego, estamos buscando algo mejor que un alto el fuego”, declaró a la prensa, insistiendo en que lo que se requiere es una rendición completa de Irán y un final concluyente al conflicto.
Trump abandonó la reunión del G7 para regresar a Washington, donde convocó de inmediato a su equipo de seguridad nacional en la Situation Room de la Casa Blanca. Aunque la Casa Blanca no ha confirmado movimientos militares, Trump dejó claro que, si Irán ataca bases o tropas estadounidenses en la región, “responderemos con dureza, sin rodeos”.
El mandatario también utilizó su plataforma en Truth Social para rechazar versiones de un posible acercamiento diplomático. “No me he acercado a Irán para unas ‘conversaciones de paz’ de ningún tipo. Si quieren hablar, saben cómo dar conmigo”, escribió. “Deberían haber aceptado el trato que estaba sobre la mesa — ¡¡¡se habrían salvado muchas vidas!!!”, añadió, en aparente referencia al acuerdo nuclear que su gobierno rechazó años atrás.
El contexto de estas declaraciones es altamente volátil. Recientemente, Israel lanzó una operación militar a gran escala sobre territorio iraní, denominada Operación León Creciente, en la que 200 aviones de combate bombardearon más de un centenar de objetivos, incluyendo instalaciones nucleares en Natanz, fábricas de misiles balísticos y centros de comando militar. Como respuesta, Irán lanzó una andanada de drones y misiles hacia territorio israelí, marcando el inicio de una nueva fase de confrontación directa entre ambos países. En este escenario, Estados Unidos ha mantenido formalmente una postura de defensa, sin confirmar si participará en operaciones ofensivas.