Wall Street cerró la jornada del jueves con números verdes, impulsado principalmente por el sólido desempeño de Oracle y datos de inflación más favorables de lo esperado. El Dow Jones avanzó un 0,24%, situándose en 42.967 puntos, mientras que el S&P 500 subió un 0,38% hasta alcanzar las 6.045 unidades. El Nasdaq, por su parte, experimentó un incremento del 0,24%, llegando a los 19.662 enteros.
Según analistas, la contención en los precios al productor durante el mes de mayo fue un factor clave en este repunte, alimentando la esperanza de que la inflación esté disminuyendo en Estados Unidos. Adicionalmente, la exitosa subasta de bonos del Tesoro a 30 años, por un valor de 22.000 millones de dólares, contribuyó a reducir el rendimiento de estos títulos, incentivando así la inversión en acciones.
Oracle brilló con luz propia tras presentar sus resultados del ejercicio 2025, reportando un beneficio neto de 12.440 millones de dólares, un impresionante aumento del 19% en comparación con el año anterior. Sus ingresos también mostraron un crecimiento significativo, alcanzando los 57.400 millones de dólares, un 8% más. Estas cifras, sumadas a las optimistas declaraciones de Safra Catz, CEO de Oracle, sobre el potencial de la inteligencia artificial para impulsar un crecimiento aún mayor, provocaron una oleada de compras de acciones de la compañía.
No todo fueron buenas noticias. El fabricante aeronáutico Boeing sufrió un duro revés, con una caída del 5% en sus acciones tras el accidente de un 787 Dreamliner en India, que lamentablemente dejó un saldo de 240 víctimas. Este incidente, el primero de este tipo para el modelo de fuselaje ancho, ocurre en un momento delicado para la compañía, que aún intenta superar las consecuencias de los accidentes del 737 MAX.
El mercado también sigue de cerca las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, especialmente después de que Donald Trump sugiriera una posible reducción de aranceles. Sin embargo, el ex-presidente también hizo hincapié en la complejidad de negociar con múltiples países, insinuando que podría recurrir al envío de cartas con sus condiciones.
Mientras tanto, en Europa, las acciones continuaron su tendencia a la baja por cuarto día consecutivo, afectadas por la incertidumbre en el comercio global y las crecientes tensiones geopolíticas. El índice paneuropeo STOXX 600 cerró con una caída del 0,3%, alcanzando mínimos de más de una semana. La falta de claridad en la política comercial global sigue siendo el principal motor de la volatilidad del mercado.
A pesar de la disposición mostrada por Donald Trump para extender los plazos de las negociaciones comerciales, los aranceles existentes permanecen en vigor y los desequilibrios estructurales en los intercambios comerciales aún no se han resuelto. Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, señaló que la Unión Europea tardó en presentar propuestas concretas, aunque ahora parece mostrarse más colaborativa. La incertidumbre sobre un posible acuerdo antes del 8 de julio, fecha en que expira la pausa arancelaria, persiste.
Además de las preocupaciones comerciales, las tensiones geopolíticas, en particular las relacionadas con Irán, también están generando nerviosismo en los mercados. Las declaraciones de Trump sobre el posible traslado de personal estadounidense fuera de Oriente Medio han exacerbado estas tensiones. James Swanston, economista de Capital Economics, advirtió sobre las graves consecuencias que podrían derivarse de un posible ataque de Israel a Irán.
En resumen, los mercados se mantienen atentos a los acontecimientos políticos y económicos a nivel mundial, factores que contribuyen a la volatilidad observada en los últimos días. La combinación de datos económicos mixtos, tensiones comerciales y geopolíticas, y el desempeño individual de empresas clave como Oracle y Boeing, están moldeando el panorama financiero actual.