La Unión Europea ha endurecido su postura frente a China, limitando el acceso de las empresas chinas a las licitaciones públicas de productos sanitarios que superen los cinco millones de euros. Esta medida, anunciada el viernes y que entrará en vigor en diez días tras su publicación en el Diario Oficial de la UE (DOUE), busca proteger a las empresas europeas de lo que consideran prácticas comerciales desleales por parte de Pekín.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha sido una de las voces más críticas, acusando a China de imponer barreras significativas a las empresas europeas que intentan acceder al mercado chino. Según un informe de la Comisión Europea, el 87% de los contratos públicos de productos sanitarios en China ya están sujetos a medidas de exclusión y discriminación contra los productos fabricados en la UE.
La nueva normativa establece que las empresas que ganen licitaciones públicas en la UE no podrán obtener más del 50% de sus dispositivos médicos de China. La Comisión Europea justifica esta medida como una respuesta proporcional a las restricciones que enfrentan las empresas europeas en el mercado chino. No obstante, se contemplan excepciones en casos donde no existan proveedores alternativos capaces de garantizar el suministro necesario para el sistema de salud de la UE.
La UE argumenta que ha intentado resolver estas disputas a través del diálogo, pero hasta ahora China no ha ofrecido compromisos específicos para abordar las prácticas discriminatorias denunciadas. Maros Sefcovic, jefe comercial de la UE, ha reiterado el compromiso de la UE de seguir buscando una solución negociada.
Esta medida se suma a otras investigaciones en curso sobre las prácticas comerciales chinas. La UE también está investigando las subvenciones ilegales que China supuestamente otorga a sus fabricantes de vehículos eléctricos, lo que distorsiona la competencia en el mercado europeo. Como respuesta, la UE ha anunciado aranceles de hasta el 45,3% a los coches eléctricos chinos para contrarrestar estos subsidios.
Otro punto de fricción es el control de China sobre los materiales raros, esenciales para la fabricación de productos tecnológicos y de defensa. Von der Leyen ha acusado a China de intentar crear un monopolio en el suministro de estos materiales y utilizarlos como arma para debilitar a sus competidores en industrias clave. Un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) revela que China ha recurrido al chantaje con restricciones en el suministro de tierras raras desde 2010, siendo Estados Unidos una de sus últimas víctimas.
La UE también ha expresado su preocupación por la posible redirección masiva de productos chinos hacia el mercado europeo como consecuencia del proteccionismo estadounidense. Sectores estratégicos como el acero, el farmacéutico y los semiconductores, actualmente dominados por China, podrían verse afectados por estas distorsiones.
En resumen, la Unión Europea está adoptando una postura más firme para proteger sus intereses económicos y garantizar una competencia justa frente a China. Las restricciones en las licitaciones públicas de productos sanitarios son solo una de las medidas que está tomando para abordar lo que considera prácticas comerciales desleales y proteger su mercado interno.