Durante la reciente sesión de la Comisión de Presupuesto, el diputado Raúl Pineda expresó su preocupación ante la inminente implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Panamá, advirtiendo sobre las graves consecuencias que podría tener para el sector agropecuario panameño.
El diputado Raúl Pineda levantó una seria advertencia durante la comparecencia del ministro de Desarrollo Agropecuario, Roberto José Linares, ante la Comisión de Presupuesto, sobre el impacto del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Panamá en el sector agropecuario del país. Según Pineda, la implementación del TLC en los próximos años podría dejar a casi 400 mil panameños sin empleo debido a la eliminación de aranceles que actualmente protegen productos sensitivos como la carne de cerdo, pollo, leche, arroz y huevos.
Pineda fue claro en su intervención al señalar al ministro del MIDA que «en sus manos está la responsabilidad de que casi 400 mil panameños queden sin empleo» cuando el TLC entre en vigor tal como se estableció. La preocupación del diputado se centra en que, a partir del próximo año, estos productos quedarán desprotegidos, lo que podría abrir las puertas a importaciones desmedidas que amenazarían la producción nacional.
“Nuestro país no aguanta ni una semana de importaciones desmedidas de productos como la carne de pollo y la leche”, enfatizó Pineda. Ante esta situación, el diputado instó al ministro Linares a preparar las gestiones necesarias para activar el mecanismo de revisión contemplado en el propio TLC para proteger al sector agropecuario.
El Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Panamá, también conocido como Acuerdo de Promoción Comercial (TPA), fue firmado en 2007 y entró en vigor en 2012. Este acuerdo prevé la eliminación de aranceles y barreras comerciales, lo que ha generado inquietud entre los productores locales ante la posible competencia desleal.
Con la inminente implementación de este acuerdo, es crucial que el gobierno panameño tome medidas proactivas para proteger a los sectores más vulnerables de la economía nacional. El futuro del agro panameño y el sustento de miles de familias dependen de una gestión efectiva y oportuna.