Moisés Chitrit y Edgardo Saavedra, los consentidos de Nito Cortizo la partida discrecional

Moisés Chitrit y Edgardo Saavedra, los consentidos de Nito Cortizo la partida discrecional

La gestión de Nito Cortizo como presidente de Panamá ha estado bajo escrutinio debido al uso de la partida discrecional, un fondo especial asignado para atender emergencias y situaciones excepcionales. Sin embargo, una de las áreas que ha generado controversia es el financiamiento de operaciones bariátricas con estos recursos, que alcanzaron cifras considerables y han planteado preguntas sobre la transparencia y la distribución de los fondos.

Las operaciones bariátricas, que incluyen procedimientos para la reducción de peso, son costosas y han sido aprobadas para varios ciudadanos bajo la justificación de mejorar su salud. Según los informes, la partida discrecional cubrió un número significativo de estas intervenciones quirúrgicas, beneficiando directamente a clínicas y profesionales del sector privado. Entre los médicos involucrados, destacan Moisés Chitrit Amar y Edgardo Saavedra, quienes han sido objeto de críticas por los montos recibidos y por el destino de los fondos en el sistema de salud pública panameño.

La implicación de Moisés Chitrit Amar

El doctor Moisés Chitrit Amar, cirujano bariátrico de prestigio en Panamá, cobró un total de 410,178.68 dólares por la realización de operaciones financiadas con la partida discrecional. Aunque las intervenciones bariátricas tienen un alto costo debido a la especialización y el seguimiento postoperatorio necesario, esta suma ha levantado preguntas sobre la equidad en la distribución de recursos y si estos fondos se están utilizando de la manera más efectiva.

El monto facturado por Chitrit Amar representa una parte importante de los recursos destinados a operaciones bariátricas y ha generado cuestionamientos sobre si se priorizó a aquellos pacientes que realmente lo necesitaban o si hubo una mala distribución en la asignación de los recursos.

El rol del doctor Edgardo Saavedra

Otro profesional beneficiado por estos fondos fue el doctor Edgardo Saavedra, que recibió un total de 182,090.00 dólares por realizar operaciones similares. Aunque el papel de Saavedra también es el de un cirujano calificado en este campo, la cifra recibida, al igual que la de Chitrit Amar, ha sido señalada como excesiva por algunos críticos que consideran que la partida discrecional debería haberse usado en proyectos más amplios y de mayor alcance en términos de impacto social.

Hospital Punta Pacífica: El más beneficiado

Además de los médicos, las instituciones privadas también se beneficiaron de estos procedimientos. El Hospital Punta Pacífica, una de las clínicas más exclusivas de Panamá, fue el principal receptor de pacientes financiados por la partida discrecional. Este hospital ha sido señalado por su elevado costo, lo que ha llevado a muchos a preguntarse si la elección de una institución de esta naturaleza para realizar las operaciones bariátricas fue justificada o si se trató de una preferencia que dejó fuera a otros hospitales públicos o más accesibles.

El Hospital Punta Pacífica es conocido por su excelencia en tratamientos médicos de alta complejidad, pero también por su costosa infraestructura, lo que plantea interrogantes sobre la relación costo-beneficio en el uso de recursos públicos. Algunos críticos afirman que se podría haber atendido a más pacientes en hospitales públicos a un costo menor, optimizando así los fondos de la partida discrecional.

Cuestionamientos sobre la transparencia

El uso de la partida discrecional para operaciones bariátricas ha suscitado un intenso debate sobre la transparencia de los recursos públicos. La falta de información clara sobre los criterios de selección de los beneficiarios y la asignación de estos fondos ha llevado a la oposición y a diversos sectores de la sociedad a exigir más rendición de cuentas.

Además, se ha cuestionado si estas intervenciones realmente se califican como «urgencias» o «situaciones excepcionales», que son los fines originales de la partida discrecional. Mientras que algunos argumentan que las operaciones bariátricas pueden prevenir futuras complicaciones de salud y, por lo tanto, son una inversión a largo plazo, otros creen que estos fondos deberían haberse utilizado para necesidades más urgentes en el sector público de salud, como la mejora de la infraestructura hospitalaria o el abastecimiento de medicamentos esenciales.

Un problema de prioridades

El caso de las operaciones bariátricas financiadas por la partida discrecional también ha reavivado el debate sobre las prioridades del gobierno en el sector salud. Mientras miles de panameños enfrentan dificultades para acceder a atención médica básica en hospitales públicos, el hecho de que se destinen recursos a intervenciones quirúrgicas costosas en hospitales privados ha generado un sentimiento de desigualdad en la población.

Para muchos, este escándalo refleja una desconexión entre las necesidades reales de la ciudadanía y las decisiones tomadas por los altos funcionarios en la asignación de recursos. Se ha argumentado que el gobierno debería haber centrado sus esfuerzos en fortalecer el sistema público de salud y mejorar la calidad de atención para todos los ciudadanos, en lugar de financiar cirugías individuales en el sector privado.

Los desafíos futuros

Ante las críticas, el gobierno de Nito Cortizo ha defendido el uso de la partida discrecional para estas operaciones, argumentando que se trata de una medida para mejorar la salud de los panameños y prevenir enfermedades crónicas que generan altos costos a largo plazo. Sin embargo, la falta de un marco claro para la rendición de cuentas sigue siendo un problema que el actual gobierno no ha logrado resolver de manera efectiva.

El mandato de Cortizo, la controversia en torno a la partida discrecional y su uso en operaciones bariátricas continuará siendo un tema de debate en la esfera política de Panamá. Los ciudadanos exigen más transparencia y equidad en la distribución de los recursos públicos, y el próximo gobierno deberá enfrentar el reto de establecer mecanismos más claros y eficientes para garantizar que los fondos lleguen a quienes más los necesitan.

Conclusión

El caso de las operaciones bariátricas financiadas con la partida discrecional de Nito Cortizo plantea serios cuestionamientos sobre la gestión de los recursos públicos en Panamá. Aunque estas intervenciones han mejorado la vida de algunos ciudadanos, la falta de transparencia en el proceso de selección de beneficiarios y el alto costo de las mismas han generado desconfianza en la población.

Los médicos involucrados, como Moisés Chitrit Amar y Edgardo Saavedra, así como el Hospital Punta Pacífica, han sido los principales beneficiarios de estos fondos, lo que ha llevado a muchos a preguntarse si se está priorizando de manera justa a quienes realmente necesitan asistencia médica urgente.

En última instancia, este caso subraya la importancia de establecer políticas públicas más claras y transparentes para la asignación de recursos en el sector salud, con el fin de garantizar que todos los panameños tengan acceso equitativo a los servicios médicos, independientemente de su situación económica.

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