El Ministerio de Gobierno de Panamá, bajo la dirección de la ministra Dinoska Montalvo, ha anunciado un plan ambicioso para modernizar el Sistema Penitenciario del país. Este proyecto busca no solo mejorar las condiciones de las personas privadas de libertad, sino también proteger los derechos humanos de los visitantes y del personal penitenciario.
Una de las innovaciones más destacadas es la introducción de escáneres de última generación en los centros penitenciarios. Estos dispositivos permitirán realizar revisiones corporales menos invasivas, garantizando así un mayor respeto a la dignidad de los visitantes. Además, los escáneres facilitarán la revisión de paquetes, reduciendo la necesidad de registros manuales y mejorando la eficiencia del proceso.
Hacia una Gestión Más Eficiente y Transparente
Como parte del proceso de modernización, se implementará un sistema robusto de captación de datos biométricos para las personas privadas de libertad. Esta tecnología incluirá información detallada sobre demografía, huellas digitales y fotografías, lo que permitirá una gestión más eficiente y transparente de la población carcelaria.
La ministra Montalvo ha dado instrucciones claras sobre el uso de estas herramientas tecnológicas para garantizar que la información esté disponible en tiempo real a través de una base de datos centralizada. Este enfoque busca mejorar la seguridad y el control en los centros penitenciarios, facilitando la toma de decisiones basadas en datos precisos y actualizados.
Desafíos y Compromisos para el Futuro
Con una población carcelaria de 24,182 personas hasta julio de 2024, el sistema penitenciario de Panamá enfrenta desafíos significativos. De este total, 15,701 reclusos están cumpliendo condenas, mientras que 8,481 están en espera de juicio. El hacinamiento es una de las principales preocupaciones, ya que las instalaciones están diseñadas para albergar a solo 14,000 personas.
La ministra Montalvo ha sido clara en su compromiso de transformar el sistema penitenciario. Según ella, la clave para lograr un cambio significativo es la voluntad de entender que la pena en Panamá debe ser la privación de la libertad, no la pérdida de la dignidad. Además, ha enfatizado la importancia de la resocialización, planteando la necesidad de pensar en el futuro de las personas privadas de libertad cuando regresen a la sociedad.
Con este enfoque, el Ministerio de Gobierno busca no solo mejorar las condiciones actuales, sino también sentar las bases para un sistema penitenciario más justo y humanitario, alineado con los estándares internacionales de derechos humanos.