El canciller panameño Javier Martínez-Acha reveló que ha solicitado oficialmente a Nicaragua que su embajada en Panamá se abstenga de ser utilizada como un espacio para reuniones políticas, reafirmando los límites diplomáticos entre ambos países.
En declaraciones oficiales, Martínez-Acha confirmó que se comunicó directamente con la embajadora nicaragüense Consuelo Sandoval Meza para expresar la preocupación gubernamental por las actividades que se están desarrollando en la sede diplomática.
«Le pedimos a la República de Nicaragua que, por favor, hiciera lo que siempre ha debido ser, en materia de asilo, y no un foco de reuniones políticas», señaló el canciller, dejando claro el llamado de atención sobre el uso apropiado de las instalaciones diplomáticas.
La declaración sugiere tensiones diplomáticas subyacentes y un intento de Panamá por mantener el carácter neutral que debe caracterizar a las representaciones diplomáticas internacionales.
Martínez-Acha no proporcionó detalles específicos sobre el tipo de reuniones políticas que generaron la preocupación, pero su comunicación oficial indica una voluntad de preservar los protocolos diplomáticos establecidos.
El comunicado representa un mensaje directo de Panamá para evitar que la embajada nicaragüense se convierta en un escenario de potenciales conflictos o actividades políticas no autorizadas.