En una reunión cargada de simbolismo en Pekín, los líderes chino y ruso, Xi Jinping y Vladímir Putin, han dejado claro su deseo de profundizar los lazos entre ambas potencias. Este encuentro, el número 41 entre ambos mandatarios según Xi, ha reforzado la «asociación estratégica de coordinación» entre China y Rusia, en un momento en que Occidente esperaba que Pekín presionara a Moscú para frenar su ofensiva en Ucrania.
Sin embargo, lejos de esa expectativa, Xi ha asegurado que los lazos con Rusia son «un ejemplo» para otras potencias, basados en «el respeto y la franqueza». Además, ha defendido que su desarrollo «favorece a la paz, la estabilidad y la prosperidad del mundo».
Ambos líderes han firmado una declaración conjunta para «profundizar» su asociación estratégica, así como acuerdos de cooperación en varios campos, como la economía, el comercio, la inversión, la energía y los intercambios entre personas. Según Xi, estos ámbitos han «contribuido positivamente al mantenimiento de la estabilidad global y a la promoción de una mayor democracia en las relaciones internacionales».
En cuanto a la guerra en Ucrania, Xi y Putin han coincidido en que «una solución política» es «el camino correcto», abogando por una conferencia «reconocida por todas las partes» para reanudar el diálogo. Putin ha elogiado las propuestas chinas por mostrar su «sincero deseo» de estabilizar la situación y evitar la «mentalidad de la Guerra Fría».
En definitiva, este encuentro ha reforzado la alianza entre China y Rusia, dos potencias que buscan «profundizar su coordinación estratégica» y «seguir la tendencia histórica de la multipolaridad». ¿Estamos ante una nueva era de un mundo multipolar liderado por estas dos naciones?