El presidente electo Donald Trump ha tomado una decisión sorprendente al invitar al presidente chino Xi Jinping a su ceremonia de toma de posesión, en un movimiento diplomático que contrasta con sus amenazas de imponer severos aranceles a los productos chinos.
Un Puente Diplomático Inesperado
Karoline Leavitt, secretaria de prensa entrante, confirmó la invitación, aunque señaló que aún está «por determinarse» si Xi asistirá. Según CBS, Trump también ha extendido invitaciones a otros líderes internacionales, como el primer ministro húngaro Viktor Orbán.
Tensiones Comerciales Persistentes
A pesar del gesto diplomático, Trump mantiene su postura agresiva en materia comercial. Ha prometido imponer aranceles del 25% a las importaciones de México, Canadá y China, especialmente relacionados con el control de inmigración ilegal y el tráfico de drogas.
La Respuesta de China
Xi Jinping ha respondido con un mensaje conciliador, argumentando que China y Estados Unidos «ganan con la cooperación y pierden en la confrontación». En una carta al Consejo Empresarial Estados Unidos-China, el líder chino enfatizó la importancia de:
- Priorizar el diálogo
- Expandir la cooperación
- Gestionar diferencias pacíficamente
Contexto Internacional
La invitación ocurre en un momento de alta tensión diplomática y comercial. Mientras Trump amenaza con aranceles, Xi ha sido claro: «En las guerras arancelarias, comerciales o tecnológicas no hay ganadores».
Dato Relevante
Un detalle curioso: ningún líder extranjero ha estado presente en una toma de posesión presidencial estadounidense desde 1874, lo que hace que esta potencial asistencia sea aún más significativa.
La invitación de Trump a Xi representa un gesto diplomático complejo que contrasta con su retórica comercial agresiva, dejando abierta la pregunta sobre el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y China.