Israel, en medio de crecientes tensiones en la región, ha reiterado que escucha las opiniones de Estados Unidos, pero tomará decisiones basadas en sus propios intereses nacionales respecto a un posible ataque contra Irán. Esta postura fue confirmada por la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tras una exclusiva publicada por The Washington Post, que destacó las recientes conversaciones entre ambos países.
Netanyahu ha dejado claro que, aunque se mantienen consultas con Washington, Israel decidirá sobre cualquier acción militar según sus propios cálculos estratégicos. Según fuentes anónimas del Gobierno estadounidense citadas por el Post, el primer ministro israelí habría comunicado a la administración de Joe Biden su intención de atacar instalaciones militares iraníes en lugar de objetivos nucleares o petroleros, en un esfuerzo por minimizar el impacto en las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre.
Evitar interferencias electorales
El plan de Netanyahu busca evitar que un ataque israelí influya directamente en las elecciones de EE. UU. Un ataque a instalaciones petroleras iraníes podría aumentar los precios del petróleo, lo que afectaría a los votantes estadounidenses. Mientras tanto, un ataque a instalaciones nucleares podría desencadenar una guerra regional que requeriría la intervención directa de Estados Unidos.
El Washington Post informó que la decisión de atacar objetivos militares, en lugar de petroleros o nucleares, fue recibida con alivio en Washington, ya que esto reduciría las posibilidades de una escalada mayor en el conflicto regional. El presidente Biden ha advertido a Netanyahu sobre el riesgo de atacar objetivos sensibles como las instalaciones nucleares iraníes.
Respuesta a ataques iraníes
La situación se agravó tras el lanzamiento de misiles balísticos por parte de Irán contra Israel el 1 de octubre, en represalia por la muerte de líderes alineados con Teherán, incluidos altos mandos de la Guardia Revolucionaria iraní. Este ataque fue el segundo de Irán desde abril, cuando lanzó misiles en respuesta a un bombardeo israelí en Damasco.
Con las consultas en marcha entre ambos países, Estados Unidos busca asegurar que cualquier acción israelí sea proporcional y no desencadene una guerra que desestabilice aún más la región.