Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han localizado y neutralizado una importante infraestructura subterránea perteneciente a la unidad de élite Radwan de Hezbollah en territorio libanés. El hallazgo incluye un túnel de 100 metros equipado con un considerable arsenal militar y un centro de mando operativo.
La Brigada 300 del ejército israelí, en colaboración con unidades de ingeniería, llevó a cabo la operación como parte de sus actividades para eliminar amenazas en la región. Durante la inspección del túnel, las fuerzas encontraron un extenso arsenal que incluía explosivos, rifles, misiles antitanque y sistemas avanzados de observación, además de posiciones estratégicas de ametralladoras orientadas hacia puestos israelíes.
El descubrimiento cobra especial relevancia al revelar también un centro de mando de Hezbollah equipado con lanzacohetes, los cuales, según fuentes militares israelíes, fueron utilizados previamente para atacar territorio israelí durante el actual conflicto. Todo el equipamiento militar hallado fue confiscado y posteriormente destruido junto con la estructura del túnel.
Esta operación se desarrolla en un contexto delicado, marcado por el alto el fuego acordado el 27 de noviembre. Según los términos del acuerdo, Hezbollah debe retirar sus fuerzas al norte del río Litani, mientras que Israel debe retirar completamente sus tropas del sur del Líbano en un plazo de 60 días. Sin embargo, un mes después del acuerdo, la presencia militar israelí continúa siendo significativa en la región.
A pesar de la vigencia del alto el fuego, que ha logrado detener los bombardeos sobre centros urbanos como Beirut, las FDI mantienen sus «actividades operativas» en el sur del Líbano, resultando en bajas confirmadas de combatientes de Hezbollah durante el período de tregua.