En un importante operativo militar, Israel ha confirmado la muerte de Yahya Sinwar, el líder de Hamas en la Franja de Gaza y principal responsable del ataque terrorista del 7 de octubre de 2024, que dejó más de 1.200 israelíes muertos y más de 200 personas secuestradas, muchas de las cuales fallecieron en cautiverio. El operativo fue llevado a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Servicio de Seguridad General (ISA), quienes eliminaron a tres terroristas en un enfrentamiento en Gaza, entre los cuales se encontraba Sinwar.
Un líder en las sombras
Yahya Sinwar, de 61 años, era conocido por su liderazgo firme y violento dentro de Hamas. A diferencia de su predecesor Ismail Haniyeh, que residía en Qatar, Sinwar permaneció en Gaza desde que asumió el liderazgo en 2017. Estaba estrechamente vinculado a la rama militar del grupo, las Brigadas Al-Qassam, y trabajó incansablemente para aumentar el poder militar de Hamas. Durante décadas, fue un objetivo de alto perfil para Israel, conocido por su brutalidad y apodado «El carnicero de Khan Younis» por los crímenes cometidos tanto contra israelíes como contra palestinos acusados de colaborar con Israel.
El ataque del 7 de octubre y la respuesta israelí
El brutal ataque coordinado por Sinwar el 7 de octubre fue uno de los más devastadores en la historia reciente del conflicto entre Israel y Hamas, lo que desencadenó una respuesta masiva por parte de las FDI para neutralizar a los líderes de la organización. Aunque Sinwar era buscado desde hacía tiempo por Israel, su muerte en este operativo no era parte de un objetivo específico, ya que se creía que se escondía en la extensa red de túneles subterráneos construidos por Hamas en Gaza.
Un golpe decisivo para Hamas
La muerte de Sinwar representa un golpe significativo para Hamas, una organización que ha liderado con mano dura el control sobre Gaza y ha estado detrás de numerosos ataques contra Israel. Su historial de crímenes, tanto dentro como fuera del enclave, lo convirtió en uno de los terroristas más buscados, no solo por Israel, sino también por Estados Unidos y la Corte Penal Internacional, que emitió una orden de captura en su contra por delitos de lesa humanidad y de guerra.
Con la eliminación de su máximo líder, Hamas enfrenta ahora un momento de incertidumbre en medio de la escalada del conflicto, mientras Israel sigue con su misión de neutralizar la infraestructura terrorista del grupo y buscar la liberación de los rehenes capturados.