El mundo de la música ha sido sacudido por la trágica muerte de Liam Payne, exintegrante de One Direction, a los 31 años. Payne fue hallado sin vida tras caer desde el balcón de un hotel en Buenos Aires, rodeado de indicios de abuso de sustancias, lo que pone de manifiesto cómo las adicciones pueden desatar comportamientos violentos y peligrosos.
El efecto de las drogas en el sistema nervioso
El consumo de drogas y alcohol puede sobreestimular el sistema nervioso central, provocando desde agresividad hasta la pérdida de la noción de peligro. Según el doctor Carlos Damin, jefe del Servicio de Toxicología del Hospital Fernández, drogas como la cocaína pueden inducir psicosis y delirios que desconectan a la persona de la realidad. En casos extremos, esto lleva a comportamientos autodestructivos, como el observado en Payne, quien destrozó objetos en su habitación antes de su muerte.
Alcohol y sustancias: una mezcla peligrosa
El alcohol y los psicofármacos, presentes en la habitación de Payne, pueden potenciar los efectos de las drogas y aumentar la agresividad. Damin señala que la combinación de estas sustancias genera un cóctel peligroso que afecta la capacidad de razonamiento y juicio, llevando a situaciones como la que le costó la vida al artista. Este fenómeno también se observa en personas que sufren arritmias cardíacas, infartos o accidentes cerebrovasculares por el uso de drogas.
El camino hacia la adicción
Payne había sido abierto sobre sus luchas con el alcoholismo y otras adicciones, problemas que comenzaron durante las giras con One Direction y se intensificaron tras la separación de la banda en 2016. Aunque había ingresado en rehabilitación y logró 100 días de sobriedad en 2023, los últimos momentos de su vida reflejan la lucha continua contra la adicción y sus devastadoras consecuencias.
Un problema de salud pública
El caso de Payne ilustra cómo las adicciones no solo ponen en peligro la vida de los consumidores, sino que también destacan la necesidad de abordar este problema como una cuestión de salud pública. La prevención y la educación sobre los riesgos del abuso de sustancias deben estar en el centro del debate, en lugar de enfocarse únicamente en la lucha contra el narcotráfico, como advierten expertos en toxicología.