Francia y Reino Unido están liderando una ambiciosa propuesta para establecer una «paz armada» en Ucrania que podría incluir el despliegue de hasta 150.000 soldados europeos si se logra un acuerdo de alto el fuego con Rusia. Este plan, respaldado por el primer ministro británico Keir Starmer y el presidente francés Emmanuel Macron, busca disuadir a Rusia de reanudar las hostilidades tras más de tres años de conflicto.
Un despliegue por fases con respaldo estadounidense
Según fuentes citadas por The Wall Street Journal y The Telegraph, la iniciativa comenzaría con un despliegue inicial de aproximadamente 30.000 efectivos, principalmente británicos y franceses. Estos soldados se posicionarían en ciudades estratégicas, puertos y centrales nucleares ucranianas, manteniéndose alejados de las líneas del frente actual.
El plan depende crucialmente del apoyo de Estados Unidos, no para el envío de tropas terrestres, sino como «respaldo militar» que incluiría aviones de combate, sistemas de defensa aérea y capacidades de inteligencia. Este respaldo sería fundamental para proteger a las fuerzas europeas en caso de que Rusia violara el alto el fuego.
«No iremos a la línea del frente, sino que estaremos en lugares definidos por el tratado, como una presencia para mantener esta paz», explicó Macron en una reciente sesión de preguntas y respuestas en redes sociales.
La posición de Trump y la reacción de Rusia
Tanto Macron como Starmer han elogiado los esfuerzos del presidente estadounidense Donald Trump por mediar en posibles negociaciones de paz. Durante la reciente visita de Macron a la Casa Blanca, Trump sugirió que Putin «no tendría ningún problema» con el despliegue de fuerzas europeas en Ucrania.
Sin embargo, el Kremlin ha rechazado categóricamente la idea. El portavoz Dmitry Peskov calificó esta posible presencia militar como «inaceptable», en línea con declaraciones previas del ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov.
Debate sobre el tamaño de la fuerza necesaria
El plan enfrenta diversos desafíos, incluyendo la resistencia de países como Alemania, España, Países Bajos y Polonia a enviar tropas a territorio ucraniano. Además, existe un debate sobre si 30.000 soldados serían suficientes para disuadir efectivamente a Rusia.
Mientras el presidente ucraniano Volodímir Zelensky ha solicitado una misión de paz de 200.000 soldados, expertos militares como Michael Kofman del Carnegie Endowment sugieren que una fuerza de entre 30.000 y 150.000 efectivos podría ser adecuada.
«Un despliegue de tres brigadas, unidades de entre 3.000 y 5.000 soldados, podría ser suficiente para asegurar los sectores clave del frente», señaló Kofman, aunque advirtió que las rotaciones y el entrenamiento podrían triplicar esa cifra.
El papel de la OTAN en la ecuación
Otro punto de controversia es el papel de la OTAN en esta iniciativa. Aunque la misión se desarrollaría al margen de la Alianza, algunos países europeos insisten en que las tropas desplegadas deben estar protegidas por el Artículo 5, que garantiza la defensa colectiva en caso de ataque.
La primera ministra italiana Giorgia Meloni ha afirmado que cualquier acuerdo debe incluir «garantías de seguridad» implementadas en el contexto de la OTAN, sugiriendo que su gobierno está considerando la posibilidad de enviar tropas italianas como parte de una fuerza de paz.
El plan europeo refleja la creciente determinación de los líderes del continente para encontrar una solución estable al conflicto ucraniano, que ha entrado ya en su cuarto año desde la invasión rusa de febrero de 2022.