El presidente surcoreano Yoon Suk Yeol se enfrenta a una grave crisis política después de su controvertida decisión de imponer la ley marcial, una medida que provocó una inmediata y contundente respuesta de la oposición parlamentaria.
Cronología de los Acontecimientos
Declaración de Ley Marcial
En un movimiento sin precedentes en más de 40 años, Yoon declaró la ley marcial el martes por la noche, argumentando la necesidad de eliminar «fuerzas antiestatales». La medida, vigente apenas seis horas, desencadenó una serie de eventos que podrían culminar en su destitución.
Respuesta Parlamentaria
Los legisladores, liderados por el Partido Democrático, respondieron de manera extraordinaria:
- Escalaron muros del Parlamento
- Votaron unánimemente para revocar el decreto presidencial
- Iniciaron un proceso de juicio político
Implicaciones Constitucionales
La moción de juicio político requiere:
- Apoyo de dos tercios del Parlamento
- Respaldo de al menos seis de nueve jueces de la Corte Constitucional
Acusaciones Principales
- Violación constitucional
- Abuso de poder
- Intento de restringir funciones parlamentarias
Reacciones Internacionales
Estados Unidos expresó su «suma preocupación» por los acontecimientos, destacando la gravedad de la situación diplomática.
Consecuencias Políticas
De prosperar el juicio político, Yoon:
- Quedaría despojado de poderes constitucionales
- El primer ministro asumiría responsabilidades presidenciales
Análisis Experto
Natalia Slavney, analista del Stimson Center, calificó el evento como «un grave retroceso de la democracia», señalando una preocupante tendencia de abuso de poder desde la llegada de Yoon a la presidencia en 2022.
Significado Histórico
El incidente evoca los gobiernos militares del pasado en Corea del Sur, recordando momentos previos a la consolidación democrática del país a finales de los años 80.
Próximos Pasos
La atención se centra ahora en:
- El proceso de juicio político
- La posible renuncia del presidente
- La reacción de las instituciones democráticas surcoreanas
El caso representa un momento crítico para la democracia surcoreana, poniendo a prueba la robustez de sus instituciones políticas y el equilibrio de poderes constitucionales.