En Bolivia, la confrontación entre el presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales ha alcanzado un punto álgido tras 18 días de bloqueos en las principales carreteras del país. Los seguidores de Morales han aislado departamentos clave, como Cochabamba y Santa Cruz, afectando gravemente la economía nacional. En respuesta, Arce dio un ultimátum a los manifestantes, anunciando que usará las “facultades constitucionales” para restablecer el orden de no cesar los bloqueos.
Amenaza de “Levantamiento” de Morales y Contexto de las Protestas
Morales, quien enfrenta cargos judiciales por estupro y trata de personas, ha amenazado con un “levantamiento” en caso de ser capturado, alegando apoyo de algunos sectores militares y policiales. Las protestas, inicialmente en respaldo a Morales, han añadido demandas de tipo económico y político, incluyendo soluciones para la crisis de divisas y apoyo a su candidatura presidencial para 2025.
Medidas de Arce para Contrarrestar los Bloqueos
El gobierno de Arce, bajo presión de sectores que piden intervención, ha movilizado fuerzas policiales y promulgado un bono especial para los agentes en riesgo. Además, se han realizado operativos en algunos puntos de bloqueo, resultando en enfrentamientos y heridos, así como el rescate de rehenes. Sin embargo, los bloqueos, especialmente en el bastión de Chapare, persisten y continúan generando tensiones.
Acusaciones de Atentado y Creciente Violencia
La tensión se intensificó con un incidente en el que la comitiva de Morales recibió disparos en un retén policial, lo que Morales calificó de intento de asesinato. Arce, por su parte, acusa a los bloqueadores de estar armados con explosivos y armas de fuego, lo que incrementa la complejidad y el peligro de la situación. Este conflicto representa una fractura significativa en el Movimiento Al Socialismo (MAS) y pone en juego la estabilidad política y social de Bolivia.