El líder del grupo terrorista Hamas, Ismail Haniyeh, fue asesinado en un ataque en Teherán, donde se encontraba en visita oficial. La operación, atribuida a Israel, ha generado reacciones en cadena en toda la región, con promesas de venganza por parte de Irán y condenas de líderes como Recep Tayyip Erdogan de Turquía.
Ismail Haniyeh, líder de Hamas, murió este miércoles en un ataque en Teherán, según confirmó el propio grupo terrorista. El atentado tuvo lugar mientras Haniyeh se encontraba en la capital iraní para asistir a la ceremonia de investidura del nuevo presidente, Masud Pezeshkian. En un comunicado, Hamas describió el ataque como una «redada traicionera sionista», responsabilizando a Israel por la muerte del líder palestino.
El régimen iraní también confirmó el ataque, detallando que un guardaespaldas de Haniyeh también falleció en el incidente. «La residencia de Ismail Haniyeh fue atacada en Teherán, resultando en la muerte de él y uno de sus guardaespaldas», declaró un portavoz militar iraní.
El asesinato de Haniyeh ocurre en un contexto de creciente tensión en el Medio Oriente. Solo horas antes, Israel había confirmado la muerte del jefe militar del grupo Hezbollah, Fuad Shukr, en una operación similar. Este hecho ha escalado las amenazas de represalias por parte de actores clave en la región, incluyendo al líder supremo de Irán, Alí Khamenei, quien prometió «venganza contra Israel».
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, condenó el ataque, calificándolo como un acto «traicionero» destinado a debilitar la causa palestina. Las reacciones de los aliados regionales de Hamas y la comunidad internacional están siendo observadas de cerca, ya que podrían marcar el inicio de una nueva fase de confrontación en la región.
- «El hermano líder, mártir combatiente Ismail Haniyeh, falleció como resultado de una redada traicionera sionista en su residencia en Teherán», informó Hamas en su comunicado oficial.
- «Prometemos venganza contra Israel por este acto cobarde», declaró el líder supremo de Irán, Alí Khamenei.
El asesinato de Ismail Haniyeh subraya la volatilidad de la situación en el Medio Oriente y pone a prueba las alianzas regionales. Mientras el mundo observa cómo se desarrollan los acontecimientos, la pregunta que queda en el aire es cómo responderán los actores involucrados y qué impacto tendrá esta escalada en la estabilidad global. La comunidad internacional debe actuar con prudencia para evitar que este incidente desencadene un conflicto de mayores proporciones.