La creciente popularidad de la inteligencia artificial generativa está impulsando el aumento de los residuos electrónicos, según un estudio publicado en Nature Computational Science. Los investigadores proyectan que estos desechos podrían alcanzar entre 1,2 y 5 millones de toneladas métricas para 2030, con grandes modelos de IA generativa generando hasta 2,5 millones de toneladas anuales si no se toman medidas efectivas de reducción.
¿Qué son los Residuos Electrónicos y su Impacto?
Los residuos electrónicos incluyen cualquier dispositivo electrónico obsoleto o roto, como computadoras, teléfonos y sistemas de servidores. Conforman el 70% de los desperdicios tóxicos globales, pero solo el 12,5% de estos residuos se recicla, según Saurabh Gupta, de la organización Earth5R. Su eliminación incorrecta puede liberar materiales tóxicos, dañando ecosistemas y la salud humana.
IA y Su Impacto en los Residuos Electrónicos
El estudio también resalta que los modelos de IA generativa, como ChatGPT, demandan una gran infraestructura de hardware que se actualiza constantemente, generando así más desechos electrónicos. Según SemiAnalysis, la IA podría consumir el 4,5% de la producción energética mundial en 2030.
“Es más fácil y rentable abordar estos problemas ahora, antes de que el problema se salga de control”, señaló Asaf Tzachor, coautor del estudio.
Estrategias para Reducir los Desechos de IA
El estudio propone adoptar una economía circular con tres estrategias principales:
- Prolongar el uso del hardware existente: Esto retrasa la necesidad de nuevos equipos.
- Reutilizar y refabricar componentes: Se da un segundo uso a los componentes funcionales.
- Reciclaje efectivo: Extracción de materiales valiosos para ser reutilizados.
Estas estrategias podrían reducir los residuos entre un 16% y un 86% si se aplican ampliamente y cuentan con el respaldo de políticas adecuadas.
Un Llamado a la Gestión Global de Residuos Electrónicos
Gupta y otros expertos enfatizan la importancia de estrategias globales y transfronterizas para la gestión de estos residuos, especialmente en la exportación de desechos de países desarrollados a regiones de ingresos bajos. Esta crisis requiere un esfuerzo internacional conjunto para minimizar los daños medioambientales y de salud.