Las algas marinas, consideradas un “superalimento”, están ganando popularidad nuevamente tras haber sido olvidadas por generaciones. Estos vegetales marinos, que ya formaban parte de la dieta de nuestros antepasados, destacan por su riqueza en nutrientes y múltiples beneficios para la salud.
Uno de sus mayores atributos es su contenido de calcio, que puede ser hasta diez veces superior al de la leche, según expertos en nutrición. Además, las algas ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, favoreciendo a quienes buscan una alimentación más equilibrada.
Las variedades comestibles de algas marinas incluyen algas pardas, como el kombu y el fucus; algas rojas, como el nori; y algas verdes, como la chlorella. Estas plantas acuáticas no solo aportan oxígeno al planeta y contribuyen a la fotosíntesis global, sino que también son altamente nutritivas.
Propiedades y beneficios de las algas marinas
Kenneth Prange, especialista en nutrición, destaca las propiedades antivirales, antiinflamatorias e inmunomoduladoras de las algas, las cuales fortalecen el sistema inmunológico y ayudan a prevenir enfermedades. Ricas en yodo, un mineral clave para la salud de la tiroides, las algas también contribuyen a la alcalinización de la sangre, la limpieza del sistema linfático y la eliminación de metales pesados del organismo.
El consumo moderado de algas marinas también puede ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, gracias a su similitud con la composición química de la sangre humana. Además, son bajas en calorías, pero ricas en fibra, lo que las convierte en un alimento saciante sin aportar demasiadas calorías.
Cómo incluir las algas marinas en la dieta
Las algas marinas pueden ser incorporadas a la dieta de diversas maneras, ya sea en ensaladas, sopas o como acompañamiento de otros platos. También pueden consumirse en polvo, como la espirulina o chlorella, y ser añadidas a batidos verdes para un aporte nutricional extra.
El método de cocción varía según la especie de alga. Mientras que algunas pueden freírse como snacks crujientes, otras, en su versión deshidratada, son ideales para preparar caldos ricos en umami. En general, se recomienda remojarlas antes de cocinarlas, ya que tienden a expandirse varias veces su tamaño original.
Con su versatilidad y beneficios comprobados, las algas marinas se posicionan como un alimento clave para mejorar la salud y el bienestar.