La Iglesia Católica de Francia ha lamentado públicamente las escenas de burla y escarnio al cristianismo durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, señalando que estas acciones van en contra del espíritu olímpico de fraternidad y concordia.
La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París ha generado una ola de indignación y críticas, especialmente por parte de la Iglesia Católica de Francia. La Conferencia de Obispos de Francia (CEF) emitió un comunicado deplorando “las escenas de escarnio y burla al cristianismo” que formaron parte del evento, describiendo estas acciones como gratuitas e innecesarias, y contrarias al espíritu olímpico.
“Lamentamos profundamente que en una ceremonia que debería celebrar la unidad y la fraternidad, se haya optado por ridiculizar una religión, particularmente la fe fundante de nuestra nación”, expresó la CEF en su comunicado. La crítica se centró en una parodia de “La Última Cena” de Leonardo Da Vinci, realizada por actores disfrazados de manera extravagante, incluidas drag queens, lo que fue visto como una burla directa al cristianismo.
Ferghane Azihari, analista político y ensayista de origen musulmán, también criticó la inclusión de esta escena, argumentando que ciertos artistas parecen más interesados en provocar que en crear obras de arte con valor estético universal. “Leyendo los comentarios de observadores que se deleitan por ‘haber puesto a los fachos y a los reaccionarios en PLS (impotentes)’, se entiende que para algunos el éxito de una performance artística está en función de su capacidad de asquear y no de convocar en torno a una estética universal”, escribió Azihari.
La CEF, sin embargo, reconoció los momentos de belleza y emoción que también formaron parte de la ceremonia, destacando la habilidad técnica y la majestuosidad de París como escenario. No obstante, enfatizó que la inclusión de actos ofensivos empañó lo que debería haber sido una celebración inclusiva y respetuosa de todas las creencias.
El comunicado de la CEF recordó también la historia y la contribución del cristianismo a la cultura francesa, desde la conversión del rey Clovis hasta el lema olímpico “Citius, Altius, Fortius” creado por el fraile dominico Henri Didon. Estos aspectos históricos subrayan la profunda conexión entre el catolicismo y la identidad francesa.
Este incidente nos invita a reflexionar sobre el respeto y la tolerancia en eventos de carácter global. La comunidad internacional y los organizadores de futuros eventos deben considerar el impacto de sus decisiones y trabajar para promover un ambiente de verdadera inclusión y respeto por todas las creencias y culturas.