El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que su gobierno está considerando extender el plazo para la imposición de los llamados «aranceles recíprocos», cuya suspensión temporal vence el próximo 9 de julio. Esta medida busca dar más tiempo a los socios comerciales de EE.UU. para negociar acuerdos y evitar la entrada en vigor de nuevas tarifas.
Trump indicó que en los próximos días —»en una semana y media o dos semanas»— se enviarán cartas a los países afectados detallando los términos de los acuerdos propuestos. Los socios podrán aceptar o rechazar estos acuerdos, y no estarán obligados a comprar productos estadounidenses si no lo desean.
Actualmente, la administración Trump negocia con más de una docena de países, incluyendo Japón, Corea del Sur y miembros de la Unión Europea, además de haber alcanzado un acuerdo marco con China que aún requiere aprobación formal. El objetivo de la estrategia estadounidense es rediseñar la política comercial mediante acuerdos bilaterales y el uso de la presión arancelaria para obtener condiciones más favorables para EE.UU.
La Casa Blanca ya había concedido una prórroga a la Unión Europea hasta el 9 de julio, tras una conversación entre Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Además, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, señaló ante el Congreso que es «altamente probable» que la suspensión de los aranceles se prolongue para los países que estén negociando «de buena fe» con la administración.