La Asamblea Nacional de Panamá ha dado un paso significativo hacia la aprobación final del Presupuesto General del Estado para el año 2025. En una sesión marcada por divisiones políticas, el pleno de la Asamblea aprobó en segundo debate el proyecto de ley 143, que establece un presupuesto de $30,111 millones para el próximo año fiscal.
La votación reflejó las tensiones políticas actuales, con 45 votos a favor y 25 en contra. El apoyo provino principalmente de una coalición que incluyó a los diputados del partido oficialista Realizando Metas (RM), el Partido Revolucionario Democrático, Cambio Democrático (CD) y la bancada mixta. Esta alianza demuestra la capacidad del gobierno para reunir una mayoría en torno a su propuesta presupuestaria.
Por otro lado, la oposición al presupuesto fue liderada por la bancada independiente Vamos, que aportó 20 votos en contra. Se sumaron a esta posición los tres diputados del Movimiento Otro Camino, así como representantes individuales del Partido Popular y del Partido Panameñista. Esta división subraya las diferentes visiones sobre las prioridades fiscales y económicas del país.
Un aspecto notable del proceso fue la votación artículo por artículo, aunque no se proporcionaron detalles sobre los resultados específicos de cada artículo. Esta falta de transparencia en los detalles de la votación podría generar debates sobre la necesidad de una mayor claridad en los procedimientos legislativos.
El próximo y decisivo paso en este proceso legislativo está programado para el jueves 31 de octubre, último día de las sesiones ordinarias del pleno. En este tercer debate, los diputados tendrán la oportunidad de discutir las ventajas y desventajas del proyecto de ley, centrándose en sus implicaciones generales para el país.
La aprobación de este presupuesto tiene implicaciones significativas para el futuro económico y social de Panamá. Con una cifra de $30,111 millones, representa una inversión sustancial en diversos sectores del país. Sin embargo, las divisiones en la votación sugieren que existen preocupaciones sobre cómo se distribuirán estos fondos y si abordarán adecuadamente las necesidades más apremiantes de la nación.
A medida que se acerca el debate final, es probable que se intensifiquen las discusiones sobre las prioridades presupuestarias, la sostenibilidad fiscal y el impacto a largo plazo de este gasto gubernamental. La sesión del jueves será crucial no solo para la aprobación final del presupuesto, sino también para establecer el tono de la política económica de Panamá en el próximo año.