El reciente ataque en Nueva Orleans ha conmocionado a la nación, y nuevos detalles sobre el presunto responsable, Shamsud-Din Jabbar, han salido a la luz. Este incidente ha puesto de manifiesto la compleja trayectoria de un hombre que pasó de ser un soldado condecorado a un presunto terrorista inspirado por el Estado Islámico.
Perfil del atacante
Shamsud-Din Jabbar, de 42 años, era un ciudadano estadounidense originario de Texas. Su vida parecía la de un ciudadano común: trabajaba como agente inmobiliario y había servido en el ejército de los Estados Unidos como especialista en informática. Incluso se graduó de la Universidad Estatal de Georgia con una licenciatura en sistemas informáticos en 2017.
Sin embargo, su pasado también incluía algunos problemas legales menores. Había sido acusado de robo en 2002 y de conducir sin licencia válida en 2005. Además, enfrentaba dificultades financieras, con deudas significativas y problemas para mantener su negocio inmobiliario a flote
Carrera militar y radicalización
Jabbar sirvió en el ejército estadounidense desde 2007 hasta 2015, incluyendo un despliegue en Afganistán de 2009 a 2010. Posteriormente, continuó como reservista hasta 2020, alcanzando el rango de sargento. Su servicio militar fue aparentemente honorable, lo que hace aún más sorprendente su presunta radicalización.
Según las autoridades, Jabbar se había «inspirado en el EI» (Estado Islámico). Esta afirmación se ve respaldada por el hallazgo de una bandera del EI en su vehículo y por videos publicados en línea poco antes del ataque.
El ataque y sus consecuencias
El ataque en Nueva Orleans fue brutal y premeditado. Según la jefa de policía Anne Kirkpatrick, el objetivo de Jabbar era «atropellar a tanta gente como fuera posible» y provocar un «baño de sangre».
Además del atropello masivo, el atacante abrió fuego contra la multitud y había colocado artefactos explosivos en el Barrio Francés.
La rápida respuesta de las autoridades evitó una tragedia aún mayor. Jabbar murió en un enfrentamiento con la policía, y los explosivos fueron desactivados a tiempo.
Este incidente plantea serias preguntas sobre la radicalización en línea y la necesidad de una mayor vigilancia de individuos potencialmente peligrosos, incluso aquellos con un historial de servicio militar honorable. También subraya la importancia de abordar los problemas de salud mental y las dificultades económicas que pueden contribuir a la vulnerabilidad de las personas ante ideologías extremistas.
El caso de Shamsud-Din Jabbar sirve como un sombrío recordatorio de la complejidad de la lucha contra el terrorismo doméstico y la importancia de la prevención y la intervención temprana en casos de radicalización.