El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, se prepara para realizar su primera visita oficial a América Latina la próxima semana o a inicios de febrero. El itinerario incluirá paradas en Centroamérica y el Caribe, con una escala destacada en Panamá, país que en los últimos meses ha sido foco de tensiones debido a comentarios del expresidente Donald Trump sobre el Canal de Panamá.
Panamá: En el centro de la agenda
Aunque el tema migratorio será un eje central de la gira, la visita de Rubio a Panamá probablemente genere especial atención. Esto debido a las declaraciones de Trump durante su mandato, en las que sugirió la posibilidad de que Estados Unidos recupere el control del Canal de Panamá, transferido en 1999 bajo los Tratados Torrijos-Carter.
Trump ha acusado a Panamá de incumplir los compromisos asumidos en los acuerdos firmados en 1977 y ha sugerido que China ejerce una influencia indebida en las operaciones de la vía interoceánica, algo que ha sido negado por autoridades panameñas. Estas declaraciones han avivado el descontento en Panamá, trayendo a la memoria la invasión estadounidense de 1989 conocida como “Operación Causa Justa”, que dejó cicatrices históricas en la población.
La relevancia estratégica de la región
La gira de Rubio no solo busca reforzar las relaciones diplomáticas en América Latina, sino también abordar temas sensibles como la migración, el comercio y la influencia de potencias extranjeras en la región. Panamá, considerado históricamente una “joya estratégica” para Estados Unidos, podría convertirse en un punto clave para medir el tono de la política exterior de Rubio hacia Latinoamérica.
Con esta visita, el secretario de Estado deberá demostrar su capacidad de equilibrar los intereses estratégicos de su país con el respeto a la soberanía de los socios latinoamericanos, especialmente en un momento de sensibilidad política y económica en la región.