El líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Khamenei, ha emitido una orden contundente para atacar a Israel en represalia por el asesinato del jefe de Hamas, Ismail Haniyeh, en Teherán. La decisión, tomada en una reunión de emergencia del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, ha sido confirmada por funcionarios iraníes que hablaron bajo condición de anonimato con el diario The New York Times.
Khamenei, quien también es comandante en jefe de las fuerzas armadas de Irán, afirmó que «vemos como nuestro deber vengar su sangre», refiriéndose a Haniyeh, quien fue asesinado en territorio iraní. Esta acción se percibe como una respuesta directa a lo que Irán considera una transgresión a su soberanía y una humillante brecha en su seguridad nacional.
Analistas indican que esta represalia no es solo para honrar la memoria de Haniyeh, sino también para disuadir futuros ataques israelíes y proteger la credibilidad de Irán ante sus aliados en la región. «Irán probablemente cree que no tiene otra opción más que responder para disuadir futuros ataques israelíes, defender su soberanía y preservar su credibilidad ante sus socios regionales», comentó Ali Vaez, director para el país del International Crisis Group.
En un contexto ya tenso, la comunidad internacional observa con preocupación las posibles consecuencias de este conflicto. ¿Cómo responderá Israel? ¿Podrá evitarse una escalada mayor en la región? Las respuestas a estas preguntas determinarán el curso de los acontecimientos en Medio Oriente en los próximos días.