En un nuevo episodio de tensión en la región, cohetes lanzados por el grupo Hezbollah desde el sur del Líbano impactaron en edificios residenciales del norte de Israel. Como respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron una mezquita en Bint Jbeil, al sur del Líbano, asegurando que el edificio funcionaba como un centro de mando de Hezbollah.
Este viernes, la escalada de violencia en la frontera entre Israel y Líbano alcanzó un nuevo punto crítico cuando cohetes disparados por Hezbollah impactaron en estructuras residenciales en el norte de Israel. El ataque, que dejó daños materiales significativos, no reportó víctimas civiles hasta el momento, según fuentes israelíes.
Las FDI actuaron rápidamente, lanzando un ataque contra una mezquita ubicada en la localidad de Bint Jbeil que, según el ejército israelí, era utilizada como un centro de operaciones por el grupo terrorista Hezbollah. Un comunicado oficial de las FDI explicó que la estructura religiosa se había convertido en un punto estratégico desde donde se coordinaban ataques contra Israel.
«El centro de mando era utilizado por los terroristas de Hezbollah para planear y ejecutar atentados contra las tropas del Ejército y el Estado de Israel», afirmaron las FDI en su comunicado.
El ejército israelí subrayó que antes de proceder con el ataque, se enviaron notificaciones a los residentes locales, y se mantuvieron contactos con líderes de las aldeas cercanas, advirtiendo sobre las actividades terroristas de Hezbollah en la zona. Esta medida forma parte del esfuerzo de Israel para evitar víctimas civiles en medio de las operaciones militares.
El uso de infraestructuras civiles para fines militares por parte de Hezbollah no es un hecho nuevo. El portavoz militar israelí afirmó que el grupo terrorista ha adoptado una «cínica estrategia», utilizando mezquitas y hospitales como puntos de operaciones, lo que aumenta la complejidad de las respuestas militares israelíes.
«Israel está haciendo grandes esfuerzos para evitar dañar a civiles y sus infraestructuras, en contraste con la cínica estrategia de Hezbollah de utilizar mezquitas y hospitales para sus operaciones terroristas«, explicó el portavoz.
El ataque a la mezquita en Bint Jbeil es parte de la campaña de las FDI para desmantelar las capacidades de Hezbollah y frenar su uso de la población civil como escudo humano. Israel ha reiterado su compromiso de no atacar infraestructuras civiles, destacando que su enfoque está en proteger a sus ciudadanos y mantener la seguridad en la región.
Esta nueva escalada pone en alerta a la comunidad internacional, ya que los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah han generado una creciente preocupación sobre la estabilidad de la región. La comunidad internacional ha instado a ambos bandos a actuar con moderación para evitar una mayor escalada del conflicto.
La situación en la frontera norte de Israel sigue siendo tensa, con una serie de ataques y contraataques que mantienen a la región en un estado de incertidumbre.
A medida que los enfrentamientos continúan, la comunidad internacional permanece atenta a los próximos movimientos tanto de Israel como de Hezbollah, ya que cualquier paso en falso podría derivar en un conflicto de mayor magnitud. Mientras tanto, Israel reafirma su derecho a defenderse y a salvaguardar la seguridad de su población.