El 13 de octubre de 2024, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, y el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, enviaron una carta a Israel advirtiendo que la asistencia militar se suspenderá en 30 días si no se incrementa la ayuda humanitaria para los palestinos desplazados en el norte de Gaza. Hasta 400.000 personas enfrentan condiciones críticas tras los combates entre Israel y Hamas. La medida busca asegurar el flujo de alimentos y medicinas, aunque podría afectar la ofensiva israelí contra Hamas.
Preocupaciones en torno a la respuesta israelí
Israel ha mostrado reticencia, pues teme que la ayuda humanitaria beneficie indirectamente a Hamas, que se esconde entre la población civil. La administración Biden exigió «pausas adecuadas» en los enfrentamientos y que la ayuda humanitaria fluya sin trabas. Sin embargo, el primer ministro Netanyahu y su gabinete aún no han respondido formalmente, evaluando cómo las condiciones estadounidenses podrían impactar sus acciones militares.