El senador republicano J.D. Vance, conocido por su defensa de la clase trabajadora, imagen que le ayudó a catapultarse a lo más alto de la candidatura republicana como compañero de fórmula de Donald Trump, enfrenta críticas por su papel en AppHarvest, una startup agrícola de alta tecnología en Kentucky que prometía revolucionar la agricultura y crear empleos locales. Sin embargo, exempleados denuncian condiciones laborales extremas y prácticas cuestionables, poniendo en tela de juicio la visión de Vance para revitalizar comunidades rurales.
AppHarvest, una empresa que Vance ayudó a financiar y promovió activamente, se declaró en quiebra el año pasado tras acumular una deuda de cientos de millones de dólares. Exempleados describen un ambiente laboral brutal, con temperaturas que alcanzaban los 37,7°C en los invernaderos y presuntas violaciones de seguridad.
Anthony Morgan, exespecialista en cuidado de cultivos, afirma: «Fue una pesadilla que nunca debería haber ocurrido». Morgan y otros trabajadores denuncian falta de descansos adecuados, equipo de seguridad insuficiente y casos frecuentes de golpes de calor.
Shelby Hester, otra exempleada, añade: «Tuve que traer mis propias mascarillas N95, porque me estaba enfermando por la cantidad de moho y cosas desagradables que había allí».
A pesar de prometer empleos locales, la empresa recurrió a contratar trabajadores inmigrantes de México, Guatemala y otros países, según múltiples testimonios.
Un portavoz de Vance, Luke Schroeder, declaró que el senador «no estaba al tanto de las decisiones operativas» tras dejar el consejo de AppHarvest en 2021. Sin embargo, Vance continuó siendo inversor y promotor de la empresa incluso después de su salida.
El caso de AppHarvest plantea serias preguntas sobre la responsabilidad de los inversores y líderes políticos en las empresas que promueven. Mientras Vance continúa su carrera política como posible compañero de fórmula de Donald Trump, los trabajadores afectados en Kentucky siguen buscando respuestas y justicia. Este episodio nos invita a reflexionar sobre la brecha entre las promesas de revitalización económica y la realidad que enfrentan los trabajadores en el terreno.