El Comando Sur de Estados Unidos ha intensificado su ofensiva contra el narcoterrorismo en el mar Caribe, realizando ejercicios militares con fuego real y mostrando un despliegue significativo de poderío naval y aéreo. Las maniobras, que incluyeron el uso de artillería naval, sistemas de defensa antiaérea y cazas AV-8B Harrier II del Cuerpo de Marines, buscan demostrar «precisión y preparación» en la lucha contra el narcotráfico.
Las imágenes de los ejercicios, publicadas en la cuenta oficial del Comando Sur en X, muestran el disparo coordinado de los AV-8B Harrier II, despegues desde portaaviones, maniobras en formación y la detonación de municiones de alto calibre sobre el mar. Según el comunicado oficial, los aviones se entrenan con el Grupo de Preparación Anfibia del USS Iwo Jima en operaciones conjuntas, reforzando la capacidad de respuesta ante las amenazas en la región.
Esta demostración de fuerza se enmarca dentro de una presencia militar reforzada por parte de Estados Unidos en el Caribe, con el objetivo de mantener el control sobre las rutas utilizadas en el tráfico de estupefacientes y responder a las amenazas identificadas por Washington. El presidente Donald Trump, en un acto por el 250 aniversario de la Marina de Estados Unidos, informó que el Ejército atacó otra embarcación vinculada a actividades de narcoterrorismo cerca de la costa venezolana.
Trump afirmó que las operaciones han sido exitosas, reduciendo significativamente el número de embarcaciones dedicadas al narcotráfico en la zona. «Ya no hay botes en el agua, no puedo encontrar ninguno. Estamos teniendo dificultades para encontrarlos», declaró el mandatario. Trump justificó la continuidad de la campaña, argumentando que cada uno de esos barcos es responsable de la muerte de miles de estadounidenses y la destrucción de familias.
El secretario de Guerra, Pete Hegseth, defendió las operaciones contra el narcotráfico en el Caribe, señalando que cualquier embarcación que pretenda traficar drogas a EE.UU. en la región es un objetivo legítimo. Hegseth añadió que cada ataque se basa en inteligencia precisa, con conocimiento del origen, destino, carga y tripulación de las embarcaciones.
Con el anuncio del domingo, la embarcación atacada sería la quinta desde el inicio de las operaciones militares intensificadas en el mar Caribe. El viernes anterior, un ataque resultó en la muerte de cuatro tripulantes de una embarcación que transportaba narcóticos hacia Estados Unidos.
El secretario de Estado, Marco Rubio, respaldó las acciones militares, resaltando la confianza del Pentágono en la inteligencia. Rubio afirmó que las fuerzas conocen la identidad de quienes están en las embarcaciones, sus actividades y su destino, calificando la táctica como un acto de «sentido común». Además, destacó el impacto dramático en la reducción de salidas de embarcaciones dedicadas al narcotráfico en la región. La intensificación de la presencia militar estadounidense y los ejercicios con fuego real en el Caribe demuestran el compromiso de Washington en la lucha contra el narcoterrorismo y la protección de sus fronteras.