La frontera entre Líbano e Israel se ha convertido en un campo de batalla, donde las fuerzas israelíes y los milicianos de Hezbollah se enfrentan, mientras el Ejército libanés se mantiene al margen de la contienda. Desde que Israel lanzó su invasión terrestre en Líbano, la situación ha evolucionado hacia un conflicto armado que pone de manifiesto las limitaciones del ejército nacional.
Un Ejército en la Sombra
El Ejército libanés, reconocido como una de las pocas instituciones que trasciende las divisiones políticas y religiosas del país, ha tenido una historia de inacción en los conflictos que han sacudido Líbano. A pesar de que varios de sus comandantes han llegado a la presidencia y que el actual jefe militar, el general Joseph Aoun, es visto como un candidato viable para la presidencia, la realidad es que el ejército se encuentra en una posición comprometida.
Con un arsenal envejecido y sin defensas antiaéreas adecuadas, el Ejército libanés no está preparado para defender al país de los ataques de un ejército moderno como el israelí. Con aproximadamente 80,000 soldados, de los cuales solo 5,000 están desplegados en el sur, su capacidad militar se ve superada por la de Hezbollah, que cuenta con más de 100,000 combatientes y un arsenal avanzado respaldado por Irán.
Incursiones y Retirada
Desde el 8 de octubre de 2023, cuando Hezbollah comenzó a lanzar cohetes hacia Israel en apoyo a Hamás, la violencia ha escalado. Israel ha intensificado su bombardeo aéreo y ha comenzado una invasión terrestre, justificando sus acciones como medidas para alejar a Hezbollah de la frontera y permitir que los residentes desplazados en el norte de Israel regresen a sus hogares.
Mientras tanto, el Ejército libanés ha tomado una postura cautelosa, retirándose de los puestos de observación en la frontera y reubicándose cinco kilómetros más atrás. Los pocos enfrentamientos directos entre los dos ejércitos han resultado en bajas para el Ejército libanés, que ha respondido al fuego israelí, aunque su respuesta ha sido limitada.
Un Balance Difícil
La situación actual recuerda al papel secundario del Ejército libanés en las incursiones israelíes anteriores. Desde la guerra civil que estalló en 1975, que dejó al Ejército debilitado, Hezbollah se ha consolidado como la única facción autorizada a mantener armas, con el objetivo de resistir la ocupación israelí en el sur de Líbano.
Aunque el Ejército libanés ha recibido apoyo internacional, incluido un financiamiento significativo de Estados Unidos, su capacidad para modernizarse se ha visto limitada por el colapso económico del país. El salario medio de un soldado es de aproximadamente 220 dólares al mes, lo que ha llevado a muchos a buscar trabajos adicionales.
Dilemas Geopolíticos
La ayuda internacional al Ejército libanés ha sido objeto de debate. Algunos analistas sostienen que Estados Unidos ha restringido el acceso del Ejército a armamento avanzado por razones geopolíticas, ya que Israel es un aliado clave en la región. Esto plantea la pregunta de si el Ejército libanés podrá alguna vez equiparse adecuadamente para defender al país contra las agresiones israelíes.
El futuro del Ejército libanés y su papel en la defensa del país permanece incierto. Mientras Hezbollah y las fuerzas israelíes continúan su conflicto, el Ejército libanés observa desde las sombras, enfrentando el desafío de proteger a Líbano en un contexto de creciente inestabilidad y limitaciones significativas.