La startup de biotecnología Colossal Biosciences sorprendió al mundo científico este lunes al anunciar que ha logrado «devolver a la vida» al lobo gigante (Aenocyon dirus), una especie extinta hace aproximadamente 13.000 años y que alcanzó popularidad mundial gracias a la serie de televisión Juego de Tronos, donde aparecía como el emblemático lobo huargo de la Casa Stark.
Tres cachorros con nombres inspirados en la cultura popular
Según el comunicado de la empresa texana, sus investigadores utilizaron técnicas avanzadas de clonación y edición genética para crear tres ejemplares: dos machos de seis meses llamados Rómulo y Remo (en referencia a los fundadores mitológicos de Roma) y una hembra de tres meses bautizada como Khaleesi, en claro homenaje a Juego de Tronos.
«No podría estar más orgulloso del equipo. Este enorme logro es el primero de muchos ejemplos que demuestran que nuestra tecnología integral de desextinción funciona», afirmó Ben Lamm, director ejecutivo de Colossal. «Nuestro equipo tomó ADN de un diente de 13.000 años de antigüedad y un cráneo de 72.000 años y creó cachorros sanos de lobo gigante».
El proceso: una combinación de ADN antiguo y tecnología moderna
El procedimiento utilizado por los científicos de Colossal implicó la modificación genética de células sanguíneas de un lobo gris actual —el pariente vivo más cercano al lobo gigante— alterando su material genético en 20 sitios diferentes. Posteriormente, este material fue transferido a óvulos de perros domésticos, y los embriones resultantes fueron implantados en madres sustitutas para completar la gestación.
«Nuestro enfoque novedoso para mejorar iterativamente nuestro genoma antiguo en ausencia de una referencia perfecta establece un nuevo estándar para la reconstrucción de paleogenomas», explicó la Dra. Beth Shapiro, directora científica de Colossal.
Científicos escépticos: «No es una verdadera desextinción»
A pesar del entusiasmo de Colossal, numerosos expertos han expresado serias dudas sobre la validez científica de estas afirmaciones. Jeremy Austin, director del Centro Australiano para el ADN Antiguo, señaló a Science Alert que lo creado es simplemente «un lobo gris genéticamente modificado que se parece a lo que la empresa cree que podría haber sido un lobo gigante», no una auténtica desextinción.
Adam Boyko, genetista de la Universidad de Cornell, coincide con esta valoración, subrayando que Rómulo, Remo y Khaleesi no pueden considerarse realmente «lobos gigantes resucitados».
Los críticos argumentan que las 20 modificaciones genéticas realizadas resultan insignificantes comparadas con las decenas o cientos de miles de cambios que serían necesarios para recrear verdaderamente un lobo gigante. Los estudios genéticos han confirmado que esta especie se separó evolutivamente de otros cánidos hace aproximadamente 5,7 millones de años, sin evidencia de intercambio genético posterior con los lobos grises.
George R.R. Martin participa como inversor y asesor
El escritor George R.R. Martin, creador de la saga literaria que dio origen a Juego de Tronos, participa en el proyecto como inversor de Colossal y asesor cultural. «Muchas personas ven a los lobos gigantes como criaturas míticas que solo existen en un mundo de fantasía, pero en realidad, tienen una rica historia de contribución al ecosistema americano», declaró Martin.
«Tengo el lujo de escribir sobre magia, pero Ben y Colossal han creado magia al traer a estas majestuosas bestias de vuelta a nuestro mundo», añadió el famoso autor.
Futuro de los cachorros y otros proyectos de conservación
Colossal ha informado que los tres cachorros vivirán en una reserva ecológica segura, certificada por la Sociedad Humana Americana y registrada en el Departamento de Agricultura de EE.UU. La reserva cuenta con zonas de interacción y está vigilada mediante cámaras en directo, personal de seguridad y drones para garantizar el bienestar de los animales.
Paralelamente, la empresa anunció la clonación de cuatro lobos rojos utilizando sangre extraída de ejemplares salvajes en peligro crítico del sureste de Estados Unidos. El objetivo de este proyecto complementario es aportar mayor diversidad genética a la reducida población de lobos rojos en cautiverio, contribuyendo así a los esfuerzos de conservación de esta especie.
Mientras la comunidad científica continúa debatiendo sobre la validez de estas «resurrecciones genéticas», lo cierto es que el anuncio de Colossal Biosciences marca un hito en la controvertida carrera por aplicar la biotecnología moderna a la recuperación de especies extintas, planteando profundas preguntas sobre los límites éticos y científicos de la manipulación genética con fines de conservación.