Carlo Acutis, un joven italiano fallecido a los 15 años, está a punto de convertirse en el primer santo millennial de la Iglesia Católica. Su historia, marcada por la fe y su habilidad con la tecnología, ha capturado la atención de jóvenes católicos en todo el mundo. El Papa León XIV, en su primera canonización, lo declarará santo junto a Pier Giorgio Frassati, consolidando el legado de Acutis como un modelo a seguir para la juventud en la era digital.
Acutis, a menudo llamado el «influencer de Dios», utilizó sus conocimientos informáticos para difundir la fe católica. Creó un sitio web dedicado a los milagros eucarísticos, una compilación de 196 eventos inexplicables relacionados con la Eucaristía. Este sitio, traducido a múltiples idiomas, demuestra su dedicación a compartir sus creencias y su comprensión de cómo la tecnología podía ser una herramienta para el bien.
Nacido en Londres en 1991 y criado en Milán, Acutis mostró una devoción religiosa inusual desde temprana edad. Asistía a misa diariamente y se dedicaba a ayudar a los necesitados. A pesar de su corta vida, impactó a quienes lo rodeaban, incluso inspirando a sus padres, que no eran particularmente religiosos, a regresar a la iglesia. Su muerte en 2006, a causa de leucemia, fue un golpe para muchos, pero su legado continuó creciendo.
El proceso de canonización de Acutis ha sido notablemente rápido. Fue beatificado en 2020, y la aprobación de un segundo milagro allanó el camino para su canonización. Su tumba en Asís, donde yace vestido con ropa informal, se ha convertido en un lugar de peregrinación para miles de jóvenes. Una cámara web transmite imágenes en vivo de su tumba, haciéndolo accesible a personas de todo el mundo, un nivel de accesibilidad sin precedentes incluso para los papas enterrados en la Basílica de San Pedro.
La figura de Acutis resuena especialmente entre los jóvenes porque era un chico normal que hacía cosas extraordinarias. Iba a la escuela, jugaba al fútbol y amaba a los animales, pero también dedicaba tiempo a ayudar a los pobres y a profundizar en su fe. Su historia es un ejemplo de cómo la tecnología puede ser utilizada para difundir valores positivos y belleza, en lugar de ser una fuente de distracción o adicción.
La canonización de Carlo Acutis no solo es un reconocimiento a su vida y su fe, sino también una estrategia de la Iglesia Católica para conectar con la juventud. Al presentar a Acutis como un modelo a seguir, la Iglesia busca inspirar a los jóvenes a utilizar sus talentos y la tecnología para el bien, y a encontrar un significado más profundo en su fe. Su historia subraya la importancia de equilibrar el mundo virtual con las relaciones humanas y de vivir una vida centrada en los valores y la fe. Con su canonización, Carlo Acutis se convierte en un faro de esperanza y un ejemplo a seguir para la generación millennial y las futuras generaciones.