Donald Trump ha intensificado su presión sobre la Reserva Federal (Fed) y su presidente, Jerome Powell, exigiendo su renuncia inmediata y acusándolo de obstaculizar el crecimiento económico al mantener las tasas de interés elevadas. En una publicación reciente en la red social Truth Social, Trump calificó a Powell como «El Tardón» y lo culpó de demorar excesivamente la reducción de los tipos de interés, adjuntando un enlace a una noticia de Bloomberg que informaba sobre la solicitud del director de la Agencia Federal de Financiamiento de Viviendas (FHFA), Bill Pulte, al Congreso para investigar a Powell por presuntamente mentir durante su comparecencia ante el Senado.
Esta no es la primera vez que Trump critica a Powell. Desde su regreso a la presidencia en enero, el mandatario ha arremetido contra el presidente de la Fed por mantener los tipos de interés en un rango del 4,25 % al 4,5 %, argumentando que esta política frena el crecimiento económico. Aunque la Reserva Federal opera de manera independiente del poder ejecutivo, Trump ha ejercido una presión pública constante para que se recorten las tasas, una estrategia que ha generado controversia y preocupación sobre la politización de la política monetaria.
Powell, por su parte, ha mantenido una postura cautelosa. Durante una intervención reciente, el presidente de la Fed declaró que aún no se perciben los efectos de los aranceles anunciados por la Casa Blanca, pero dejó abierta la posibilidad de un recorte de tipos en julio, dependiendo de la evolución de los indicadores económicos. Powell, cuyo mandato finaliza en mayo de 2026, continuó al frente de la Fed bajo la presidencia de Joe Biden, quien respaldó su continuidad.
La presión de Trump sobre la Fed se produce en un contexto económico complejo, con preocupaciones sobre la inflación y el crecimiento. El presidente ha argumentado que no hay presiones inflacionarias y que los aranceles están generando ingresos y fomentando la construcción de fábricas en el país. Sin embargo, la Reserva Federal ha insistido en mantener una postura prudente, observando de cerca la evolución económica y el impacto de las políticas comerciales.
En medio de esta controversia, Trump reveló que ya tiene en mente «tres o cuatro» posibles candidatos para suceder a Jerome Powell como presidente de la Reserva Federal. Durante una rueda de prensa celebrada en La Haya, el presidente declaró: «Sé de entre tres o cuatro personas a quien voy a elegir. Afortunadamente, se va muy pronto, porque creo que es terrible». Esta declaración aumenta la incertidumbre sobre el futuro de la política monetaria de Estados Unidos y plantea interrogantes sobre la independencia de la Reserva Federal bajo una nueva administración.
La situación actual plantea desafíos significativos para la economía estadounidense. La presión política sobre la Reserva Federal podría socavar su independencia y credibilidad, lo que podría tener consecuencias negativas para la estabilidad financiera y el crecimiento económico. Será crucial observar cómo se desarrolla esta situación y cómo impacta en las decisiones de política monetaria en los próximos meses.