El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la postergación de la entrada en vigor de los nuevos aranceles a los principales socios comerciales del país, incluyendo Japón y Corea del Sur. La medida, que originalmente debía implementarse el 9 de julio, se extenderá ahora hasta el 1 de agosto, otorgando un mes adicional para negociar acuerdos bilaterales antes de la aplicación de las nuevas tarifas.
Nuevos aranceles y contexto de la decisión
Trump comunicó oficialmente a los gobiernos de Japón y Corea del Sur la imposición de aranceles del 25% sobre todas las importaciones provenientes de estos países, a partir del 1 de agosto. Las notificaciones, publicadas en su plataforma Truth Social y enviadas a los líderes de ambos países, advierten que los gravámenes podrían incrementarse si Tokio o Seúl responden con medidas similares contra productos estadounidenses.
La Casa Blanca explicó que esta decisión marca el inicio de una nueva fase en la política comercial estadounidense, basada en la búsqueda de relaciones “más recíprocas” y la reducción de los déficits comerciales históricos con ambos países. En 2024, el déficit comercial de EE.UU. fue de 69.400 millones de dólares con Japón y 66.000 millones con Corea del Sur.
Negociaciones y repercusiones
Durante la pausa de 90 días establecida previamente, la administración Trump intentó alcanzar acuerdos bilaterales con 90 países, logrando avances formales únicamente con el Reino Unido, Vietnam y China. La extensión hasta agosto busca dar una última oportunidad a los socios comerciales para negociar y evitar la imposición de los nuevos aranceles13.
Las cartas enviadas por Trump detallan que los nuevos aranceles se sumarán a los ya vigentes, como los aplicados al acero, y que podrían ajustarse dependiendo de la respuesta de los países afectados. La administración subrayó que, si Japón o Corea del Sur eliminan sus propias barreras comerciales, EE.UU. podría reconsiderar la magnitud de los gravámenes.
Impacto en la economía y mercados
El anuncio de los aranceles generó inquietud en los mercados financieros y entre economistas, quienes advierten sobre posibles impactos negativos en la economía estadounidense, incluyendo riesgos de recesión y una caída en los mercados bursátiles. Por ello, la administración Trump optó por suspender temporalmente los aranceles más elevados y abrir una ventana de negociación adicional antes de la entrada en vigor definitiva.