Pekín ha acusado a Nvidia de infringir las leyes antimonopolio chinas, intensificando las tensiones con Washington en un momento en que ambos países celebran conversaciones comerciales. Los reguladores chinos afirman que una investigación preliminar reveló que Nvidia no cumplió con las condiciones impuestas cuando adquirió Mellanox Technologies, una empresa de redes y transmisión de datos.
La Administración Estatal para la Regulación del Mercado (SAMR) emitió un comunicado de una sola frase donde no mencionó ninguna sanción específica, pero indicó que llevaría a cabo una «investigación adicional». Nvidia no respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
En diciembre, los reguladores ya habían anunciado una investigación sobre Nvidia por presuntas infracciones derivadas de la adquisición de Mellanox por 6.900 millones de dólares. El acuerdo se completó en 2020 después de que el regulador chino diera su aprobación condicional.
Esta decisión aumenta la presión sobre Estados Unidos mientras funcionarios de Washington mantienen conversaciones comerciales con representantes de Pekín en España. Además, se produce después de otras medidas de Pekín para intensificar el escrutinio de la industria de chips estadounidense.
El Ministerio de Comercio de China anunció una investigación antidumping sobre ciertos chips de circuitos integrados analógicos importados de Estados Unidos, incluidos chips básicos comúnmente fabricados por empresas como Texas Instruments y ON Semiconductor. Adicionalmente, se anunció una investigación separada sobre presuntas prácticas de discriminación en las medidas estadounidenses contra el sector de chips chino.
El Secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, se reunió con el Viceprimer Ministro chino, He Lifeng, en Madrid para negociaciones sobre aranceles y cuestiones de seguridad nacional relacionadas con la propiedad de la plataforma de redes sociales TikTok. Estas reuniones representan la cuarta ronda de discusiones después de encuentros previos en Londres, Ginebra y Estocolmo. Ambos gobiernos han acordado varias pausas de 90 días en una serie de aranceles recíprocos crecientes, evitando una guerra comercial total.
Nvidia, con sede en Santa Clara, California, se ha convertido en un punto central en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ya que ambas partes luchan por la supremacía tecnológica. El auge de la inteligencia artificial ha impulsado la demanda de los procesadores avanzados de Nvidia, convirtiéndola en una de las empresas más valiosas del mundo. La empresa ha enfrentado restricciones a las exportaciones de chips a China impuestas por la administración del Presidente Joe Biden, que luego fueron reforzadas por el Presidente Donald Trump.
En julio, Nvidia obtuvo la aprobación de la administración Trump para vender a China su unidad de procesamiento gráfico H20, que es menos potente y está diseñada para cumplir con las restricciones de exportación de EE.UU.
Las investigaciones y acusaciones mutuas subrayan la creciente tensión en el sector tecnológico entre las dos potencias económicas mundiales, mientras buscan proteger sus intereses económicos y de seguridad nacional.