¡BASTA YA!: La Dignidad de Las Mujeres no se Negocia se Defiende

¡BASTA YA!: La Dignidad de Las Mujeres no se Negocia se Defiende

Lo que pasó ayer en la Asamblea Nacional tiene más fondo que forma.

Por PNN – Panamá Noticias Network


El incidente ocurrido ayer en el pleno de la Asamblea Nacional entre los diputados Jairo “Bolota” Salazar y Betserai Richards ha sacudido la opinión pública. Las redes estallaron, las cámaras captaron el momento, y los opinadores de siempre se lanzaron al ruedo como si se tratara de una pelea de boxeo. Pero detrás del espectáculo, hay una verdad que no se puede maquillar: la dignidad de las mujeres no se negocia, se defiende.

Jairo Salazar no es un político tradicional. Es un hombre del barrio, de Colón, con voz ronca, pasos firmes y un historial de lucha social que no cabe en corbatas ni discursos políticamente correctos. Cuando reaccionó ayer con vehemencia, no fue para proteger su ego, sino para ponerle un alto a una actitud sistemática de desprecio y violencia verbal que, según varios testigos, el Diputado Richards ha ejercido contra mujeres de ese órgano del Estado.

Aquí no estamos justificando la violencia física. Que eso quede claro. Pero tampoco vamos a caer en la hipocresía institucional que condena al que reacciona, pero calla frente al que insulta. No es posible seguir tolerando que, en nombre del “debate político”, algunos diputados crean tener licencia para menospreciar, humillar y ofender a las mujeres, sin que nadie diga nada.

¿Hasta cuándo se va a permitir ese tipo de violencia pasiva y cobarde? ¿Hasta cuándo se va a mirar hacia otro lado cuando una mujer es silenciada con gritos o burlas en el pleno? ¿Hasta cuándo vamos a condenar al que alza la voz y no al que arrastra la dignidad de las demás?

Ayer no fue solo un altercado. Fue un grito social. Un grito que dice ¡BASTA YA!
Basta de palabras huecas cuando se trata de defender a las mujeres. Basta de tolerar discursos disfrazados de argumentos que en el fondo destilan machismo. Basta de temerle más al escándalo que a la injusticia.

Hay muchas formas de violencia, y no todas dejan moretones visibles. La violencia verbal, la emocional, la institucional… son igual de dañinas y peligrosas. Y si desde el primer poder del Estado no se marca un límite, entonces no esperemos que el país lo haga.

En PNN creemos en el debate con altura, pero también creemos que hay momentos en los que la dignidad no se discute: se defiende.

Ayer, el diputado Jairo Salazar no fue un agresor. Fue un hombre cansado de ver cómo se pisotea a las mujeres con palabras sin consecuencias.

No se trata de justificar, se trata de entender.
Y si entender al barrio, a la rabia acumulada y al sentido de protección molesta a las élites, entonces que les moleste.

Porque mientras unos se rasgan las vestiduras, hay un pueblo que aplaude de pie a quien todavía es capaz de decir con hechos:

“A la mujer se respeta”.

Check Also

Basta de morbo: Presidente Mulino defiende con dignidad a su familia y al País

Basta de morbo: Presidente Mulino defiende con dignidad a su familia y al País

En tiempos en que Panamá enfrenta grandes retos sociales, económicos y morales, resulta preocupante ver cómo algunos medios de comunicación insisten en alimentar el morbo y el chisme, en lugar de construir país.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *