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El político Ricardo Lombana volvió a anunciar que aspira, por tercera ocasión consecutiva, a la Presidencia de la República en 2029. Sin embargo, lejos de generar entusiasmo, su anuncio reavivó las dudas sobre la viabilidad real de un proyecto que ha sufrido dos derrotas contundentes y que, según analistas, podría entrar ahora en una etapa de desgaste acelerado.
Durante una entrevista radial, Lombana declaró con determinación: “La tercera es la vencida”. Pero para muchos, su insistencia luce más como un intento forzado por mantenerse vigente que como una propuesta renovada capaz de conquistar al electorado.
Un historial que no levanta vuelo
En 2019, cuando se presentó por libre postulación, Lombana quedó en tercer lugar. En 2024, abanderado por su partido Movimiento Otro Camino (MOCA), volvió a perder, esta vez ocupando el segundo puesto.
Ahora afirma que va por su “estrategia definitiva”, aunque su propio discurso refleja que todavía está “organizando el auto para convertirlo en portaviones”, una metáfora que, para muchos, evidencia que su proyecto político sigue sin rumbo claro.
Dirigentes políticos y expertos consideran que Lombana enfrenta un techo electoral difícil de romper. Pese a su presencia mediática, no logró capitalizar el descontento nacional en dos oportunidades clave y, para algunos sectores, representará en 2029 una figura repetida, sin novedad ni crecimiento real.
Una apuesta incierta por el voto joven
Lombana aseguró que su próxima ofensiva política estará dirigida al voto joven. Sin embargo, en las últimas elecciones este segmento se inclinó mayoritariamente hacia alternativas más frescas y con propuestas más concretas, lo que deja en duda la capacidad del líder de MOCA de capturar ese apoyo que hoy afirma necesitar.
Incluso dentro de sus propios simpatizantes hay cuestionamientos sobre su estrategia, su liderazgo interno y la capacidad real de MOCA de convertirse en un partido competitivo sin caer en los mismos vicios que Lombana señala de los “partidos tradicionales”.
Críticas a las reformas… pero sin autocrítica propia
Lombana también criticó las reformas electorales aprobadas por la CNRE, asegurando que los partidos buscan “bloquear” la libre postulación, aunque evitó mencionar que él mismo ya no compite como independiente, sino como dirigente partidista.
Especialistas en temas electorales afirman que su discurso, centrado en denunciar a otros, está comenzando a sonar repetitivo y poco constructivo. Lombana insiste en que tiene “experiencia para detectar trampas”, pero no abordó la falta de crecimiento real de su estructura política o los errores estratégicos que lo han dejado fuera del poder en dos elecciones seguidas.
¿Un proyecto que se agota?
Con dos fallidas aspiraciones presidenciales, fracturas internas dentro de MOCA y un electorado cada vez más exigente, el anuncio de Lombana no tuvo el impacto positivo que él esperaba. Por el contrario, reactivó las discusiones sobre si su figura ya pasó su momento y si su candidatura para 2029 será simplemente un nuevo intento condenado a repetir la historia.
Para algunos analistas, la frase “la tercera es la vencida” podría convertirse en el tercer golpe que termine por noquear un proyecto que, aunque prometió renovación, no ha logrado transformar sus discursos en resultados.
