La visión de Estados Unidos sobre el liderazgo de José Raúl Mulino

La visión de Estados Unidos sobre el liderazgo de José Raúl Mulino

El fin de semana, el Embajador de los Estados Unidos en Panamá dio una declaración que resonó en todo el país: aseguró que José Raúl Mulino es el mejor presidente que ha tenido Panamá en los últimos diez años. Y no lo dijo cualquiera. Lo dijo el representante diplomático de la nación más poderosa, influyente y observada del planeta.

Estas palabras no son casualidad, ni cortesía diplomática. Son el reconocimiento internacional a un estilo de gobierno que está devolviendo credibilidad, orden, estabilidad y dirección a Panamá.

En apenas año y medio de gestión, Mulino ha logrado lo que muchos no pudieron en un lustro:

– Recuperar confianza institucional.
– Reordenar las finanzas públicas con seriedad.
– Mantener el grado de inversión y proyectar crecimiento.
– Abrir las puertas a nuevas oportunidades económicas.
– Y devolverle al país una voz clara y respetada ante el mundo.

Cuando los Estados Unidos —nuestro principal socio comercial, militar, político y estratégico— destacan el trabajo del Presidente, están enviando un mensaje contundente: Panamá está bien dirigida. Panamá está en buenas manos. Panamá está en el camino correcto.

No es menor que la potencia número uno del planeta vea en Mulino liderazgo, madurez democrática y capacidad de ejecución. Significa que el mundo está observando, y está viendo resultados: Obras, empleo, estabilidad, orden público, responsabilidad fiscal, control migratorio, y un enfoque serio, pragmático y sin improvisaciones.

Este respaldo internacional también fortalece la confianza de los inversionistas, del sector privado y de los organismos multilaterales. Porque un país que inspira respeto desde afuera, inspira esperanza desde adentro.

Y mientras el Embajador de Estados Unidos reconoce a Mulino como el mejor presidente de la última década, el pueblo panameño empieza a sentir el cambio en su día a día: nuevas obras, nuevas oportunidades, programas sociales responsables, seguridad, apoyo a emprendedores, y un gobierno que está presente, que escucha y, sobre todo, que cumple.

Lo que estamos viendo es apenas el inicio de un ciclo de reconstrucción nacional.

Un ciclo donde Panamá vuelve a caminar con pasos firmes, sin escándalos, sin improvisaciones, sin angustia ni caos político.

Un ciclo liderado por un presidente que entiende su momento histórico y lo enfrenta con carácter.

El mensaje del Embajador es claro: El mundo confía en Panamá porque confía en Mulino.

Y si esto es lo que se reconoce afuera en solo año y medio…

Imagina lo que dirán del país y de su presidente cuando termine su mandato.

Panamá está despertando.
Panamá se está ordenando.
Panamá está retomando su posición en el escenario internacional.

Y este reconocimiento no es un halago: es la confirmación de que vamos por buen camino.

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