Desde el primer día de su mandato, el presidente José Raúl Mulino dejó claro que no venía a titubear, ni a improvisar, ni mucho menos a negociar con las mafias enquistadas en el sistema. Bajo el poderoso y sencillo eslogan de gobierno: “Con Paso Firme”, ha demostrado que la conducción de un país no se trata de populismos ni de cálculos electorales, sino de decisiones valientes, ejecutorias claras y resultados contundentes.
Hoy, Panamá comienza a sentir el eco de esas pisadas firmes. En tan solo semanas, Mulino ha emprendido una serie de acciones que, lejos de apaciguar la crítica fácil o buscar aplausos de ocasión, han marcado el rumbo real del país hacia la legalidad, la eficiencia y la reconstrucción de la confianza pública.
Golpe frontal a la corrupción
Una de las primeras señales de ese paso firme fue su apertura total al trabajo de la Contraloría General, dejando claro que no habrá tolerancia para los “peces gordos” de la corrupción. Mientras algunos de sus antecesores protegían y encubrían, Mulino abre los libros y pide auditorías. No importa si son de gobiernos pasados o funcionarios heredados; si robaron al pueblo, deben rendir cuentas. Hoy, el país ve caer a figuras vinculadas con escándalos de la descentralización paralela, mientras otros tiemblan en silencio.
Poner la casa en orden
Otro punto clave ha sido su frontalidad al abordar temas postergados por décadas, como el del Seguro Social, una bomba de tiempo que nadie quiso desactivar. Mulino no está jugando a patear la lata. Ha anunciado que vienen decisiones difíciles, pero necesarias. Porque no se puede gobernar con cobardía cuando está en juego el futuro de millones de panameños.
SUNTRACS: Fin al chantaje sindical
Y qué decir de su postura frente a quienes, escudados en el discurso sindical, han mantenido de rehén a este país. Su mensaje ha sido claro: “A mi manera o no hay manera”, dijo al referirse a los dirigentes del SUNTRACS que hoy enfrentan a la justicia no por pensar distinto, sino por delitos comprobados y chantajes permanentes. Nadie puede volver a cerrar este país a punta de amenazas. El Estado ha recuperado la autoridad que se había perdido.
Reconocimiento internacional
El paso firme también se traduce en respeto internacional. La salida de Panamá de la lista de países de alto riesgo de la Unión Europea y el acercamiento a bloques como Mercosur muestran un gobierno con visión global. La imagen de Panamá mejora, se fortalece la inversión extranjera, y con ella, la economía se reactiva.
Camino abierto para grandes obras
Con el presupuesto 2026 más grande de la historia y más de 11 mil millones en inversión social y obras públicas, comienza una etapa nueva. Se han reactivado obras como el Cuarto Puente, el Hospital del Niño, el Metro de la Línea 3, la rehabilitación vial a nivel nacional y el gran proyecto del Tren Panamá-David. Todo esto, con disciplina fiscal, sin clientelismo y con un enfoque social y productivo.
Con Paso Firme hacia el futuro
José Raúl Mulino no ha venido a gobernar con discursos; ha venido a marcar un camino de verdad. Su paso firme ha dejado huella en el corto tiempo que lleva en el poder. Y si se mantiene esta coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, Panamá volverá a ser la nación ejemplo de la región: ordenada, productiva, respetada y con futuro.
No hay vuelta atrás. Ya escuchamos las botas del progreso retumbando. El pueblo ha vuelto a caminar, esta vez con un paso firme.