Por: Jesenka Espinosa, Alcaldesa de Boquerón
Candidata al CEN del PRD
Hoy, 11 de octubre, conmemoramos una fecha que marcó un antes y un después en la historia de nuestra Patria. Fue aquel día de 1968 cuando el General Omar Torrijos Herrera encabezó una revolución que no solo transformó la estructura política y social de Panamá, sino que devolvió la esperanza y la dignidad a los más humildes, en especial a las Mujeres.
Esa Revolución no fue de armas, sino de justicia social. No fue un golpe de poder, sino un golpe de conciencia nacional. Omar Torrijos levantó la voz por los olvidados, por los campesinos, por los trabajadores, por las comunidades rurales… y también, por nosotras las mujeres, que durante años estuvimos relegadas a la sombra de los procesos políticos.
Gracias a la visión torrijista, las mujeres dejamos de ser espectadoras para convertirnos en protagonistas. Se abrieron espacios en la administración pública, en la educación, en la salud, y sobre todo, en la participación política. Torrijos entendió que la liberación del pueblo no sería completa sin la igualdad de oportunidades para la mujer panameña.
Como alcaldesa, como madre y como militante orgullosa del PRD, cada 11 de octubre siento el llamado de ese legado. El torrijismo nos enseña que el poder no se ejerce desde la distancia, sino desde el contacto humano, desde el compromiso con la gente. Que gobernar es servir. Que el liderazgo nace del corazón y no del privilegio.
Hoy, más que nunca, el mensaje de Omar Torrijos sigue vivo: “El Poder Popular se construye desde abajo, desde las comunidades, desde el alma del pueblo.”
Y ese poder sigue latiendo en cada mujer que lucha, en cada campesino que trabaja, en cada joven que sueña con un país más justo.
Celebrar el 11 de octubre no es mirar al pasado; es reafirmar nuestro compromiso con un Panamá más equitativo, solidario y humano. Es recordar que la verdadera Revolución no terminó en 1968: sigue viva en cada acto de servicio, en cada política que protege al humilde y en cada mujer que alza su voz con orgullo torrijista.
Desde Boquerón, con el corazón en el pueblo y la mirada en el futuro, celebramos hoy la Revolución que más libertades le dio a las mujeres y creó el Poder Popular.
¡Viva Omar Torrijos!
¡Viva el poder popular!
¡Viva el PRD!
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