El presidente de la República, José Raúl Mulino, expresó su rechazo inicial al proyecto de Ley de Amnistía propuesto por la Asamblea Nacional, asegurando que la iniciativa no cuenta con su aprobación ni ha sido consensuada con él. El mandatario subrayó que evaluará la propuesta de manera detallada.
El presidente de la República, José Raúl Mulino, se pronunció con firmeza este jueves 1 de agosto sobre el controvertido proyecto de Ley de Amnistía que se discute en la Asamblea Nacional. «Esa ley de la amnistía yo no la conozco, ayer llegó a mis manos por primera vez el borrador; la estudiaré; eso no tiene mi consenso, ni mi aceptación, ni nada que se parezca», declaró Mulino durante su habitual conferencia de prensa.
El mandatario insistió en que, hasta la fecha, no ha mantenido conversaciones con ningún diputado sobre este proyecto de ley, que ha generado amplias discusiones tanto en el ámbito político como en la sociedad civil. Aunque respetó la autonomía legislativa de la Asamblea, Mulino dejó claro su desacuerdo inicial y su compromiso de analizar la propuesta con rigurosidad legal. «Yo actuaré en función de la ley, y con todos los recursos que la ley me permita como presidente de la República para valorarla en el tiempo», agregó.
El proyecto de Ley de Amnistía, impulsado por el diputado Luis Eduardo Camacho, presidente de la Comisión de Gobierno y miembro del partido Realizando Metas, busca establecer mecanismos para otorgar amnistías e indultos en casos de delitos políticos. La iniciativa legislativa, que ha captado la atención pública, plantea que la amnistía sea otorgada por el pleno de la Asamblea Nacional, mientras que el indulto sería competencia del presidente de la República.
El debate en torno a esta propuesta ha sido intenso, especialmente debido a las especulaciones de que la ley podría favorecer al expresidente Ricardo Martinelli, quien actualmente se encuentra asilado en la embajada de Nicaragua en Panamá. Diversos sectores de la sociedad civil han manifestado su preocupación ante la posibilidad de que esta iniciativa legislativa sea utilizada para beneficiar a figuras políticas específicas.
Luis Eduardo Camacho, autor del proyecto, ha defendido la propuesta señalando que no se trata de un mecanismo para buscar venganza, y aseguró que «lo que aquí se adiciona no puede ser aplicado de manera retroactiva». Sin embargo, las dudas persisten entre los críticos de la medida, quienes temen que la ley pueda socavar la justicia y la transparencia en el país.
El presidente Mulino, por su parte, ha dejado abierta la posibilidad de vetar la ley si considera que no se alinea con los principios legales y constitucionales del país. Este debate en torno a la Ley de Amnistía pone a prueba la solidez de las instituciones panameñas y la independencia de poderes en un momento crucial para la política nacional.